60

144 11 24
                                    

Por fin... Había llegado el día... El día que tanto esperaba Joaquín, el día que tanto esperaba Andrés desde hace varios meses. Tristezas abajo, nervios a tope. Era el día de la boda, 6 meses pasaron desde la pedida de mano en San Valentín, pero se sintió como su hubiesen sido solamente 2 meses.

Joaquín y Andrés ya estaban despiertos, todavía no amanecía, y cada uno se quedó con uno de los sexadictos en sus casas para que Nikolas pudiese caminar bien ese día y dejar toda la acción para después de la ceremonia y la fiesta.

Joaquín se estaba bañando, ese día quería verse guapo, divino, justo como lo hubiese querido un pequeño Joaquín, siempre esperó con ansias éste día, recordaba jugando a ser novio de alguna persona imaginaria cada que se ponía un traje, por un tiempo pensó que la persona con la que llegaría al altar sería Emilio, cosa que en ésta historia no ocurrió.

Después de aquel bajón en sus expectativas en el amor, pensó que nunca se vería en el altar con alguien que de verdad lo amara, que lo apreciará tal como es, todo era así hasta que conoció a Andrés, quién a pesar de tantos baches y tantos obstáculos en su relación, nunca dejaba de amarlo por quién era. Ríe de felicidad tan sólo de pensar que en unas horas se iba a casar con el verdadero amor de su vida.

Andrés ya estaba saliendo de bañarse en la casa de los sexadictos, estaba demasiado emocionado.Él es de los que siempre se vió en el altar con cada una de sus relaciones, pero a la hora de terminar con ellas, le esperaban tremendos bajones que duraban meses, y se daba su tiempo para poder tener una nueva relación, porque si lo hacía en unos pocos meses lo catalogarían de patán sinvergüenza, pero le gustaba darse su tiempo.

Pero luego de ver a Joaquín como Temo, como diría Chespirito, sin querer queriendo terminó por caer completamente redondito por él, gracias al poderosisimo Efecto Bondoni. Y el día de la reunión donde se reencontró con Joaquín, su corazón se encontraba completamente exaltado, tenía al primer y único chico que le gustó en su vida frente a él lo tenía levitando. Ayudó a Joaquín a superar a Emilio, fue su soporte por mucho tiempo, y eventualmente conforme el tiempo pasó, floreció amor entre los dos, una relación de novios de casi 4 años llena de retos y obstáculos, y una de 6 meses como prometidos, y ahora seguirían, pero como esposos.

Andrés casi todo el tiempo en el que se vistió, se arregló, se perfumó y practicó sus votos, traía plasmada una boba sonrisa, estaba completamente enamorado de Joaquín, y lo seguirá estando por el resto de su vida.

— Andrés, Eduardo me dijo que te entregara ésto — dice Nikolas entrando a la habitación mostrando una corbatón de color azul perla, de la misma tela del traje de Joaquín.

— Gracias Niko — dice Nikolas dándole un abrazo a Nikolas, quién ésta vez se encuentra en perfectas condiciones.

Toma el corbatón y se lo pone antes de ponerse el saco.

Mientras tanto en el departamento de los Joandrés, Eduardo estaba ayudando a Joaquín a ponerse el chaleco-corsé del traje.

— ¿Así o más ajustado Joaco? — dice jalando fuerte pero cuidadosamente el cordón de éste.

— Yo creo que con ese último tirón ya está bien, no quiero tener tan apretujadas las entrañas — dice para luego reírse y dejar que Eduardo le hiciese nudo al corsé del chaleco.

— Listo, ya está, aguanta, se desacomodó tu corbatón — dice Eduardo acomodando lo arrugado de éste.

Tocan la puerta del cuarto donde Joaquín se está alistando.

— En hora y media vienen por ustedes chicos— entra el papá de Joaquín a la habitación — Eduardo, dame unos minutitos con Joaquín, porfa.

— Sí señor, los dejo Joaco — dice Eduardo para irse a su habitación y terminar de arreglarse.

[AU] 𝐘𝐨 𝐚 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐢, 𝐒𝐈́ 𝐥𝐨 𝐚𝐦𝐨 (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora