LLENO DE SORPRESAS / 5

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Volviendo al tiempo actual de la historia, después de la boda.

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Jorge ya estaba desempacando las cosas que le faltaba traerse de su habitación en su departamento.
Fue algo difícil salir del complejo por tantas cámaras de seguridad que había y el constante miedo de que la mamá de Ulises los descubriese, lo cual pasó, y después de un largo tiempo tratando de convencerla, finalmente dió el sí para que el pelirrojo viviese en otro lado. Porque si hay alguien en ese lugar que siente repulsión hacia él, es la abuela. Lo quería hacer sufrir la condenada.

Ulises ya se había ido a su trabajo, solo llamó para avisar que tendría que llegar tarde porque él se ofreció a ayudar al pelirrojo con sus cosas.

Cuando Jorge regresó, el departamento estaba intacto, nadie había entrado, ni robado nada. Tal cual como lo dejó para irse a Los Angeles, así estaba.

De alguna manera estaba feliz de estar de vuelta en SU ​​casa que adquirió con SU dinero.Pero ahora, la atmósfera se sentía un poco vacía, como si faltara algo, quiero decir, ALGUIEN.

Todo el día se dedicó a limpiar, ordenar las cosas fuera de lugar, sacar todas las cosas podridas y no aptas para consumo del refrigerador, osease, casi todo; comprar despensa para tener el refrigerador lleno otra vez, sacar la basura, lavar toda la ropa sucia que encontró en la casa, y dejarla secar.

Ya era casi noche y no tardaba en ponerse el sol. Agotado se sienta en su sillón teniendo de frente a un ventanal dónde se podía apreciar nubes que se pintaban de rosa y arrebol y el sol ocultándose.

De repente, un recuerdo se le viene a la mente.

Hace unos años...

Emilio estaba de visita en la casa. Habían terminado de comer. Se la pasaron hablando sobre temas aleatorios en ese sillón.
Emilio en ese entonces estaba todavía emocionalmente débil por lo de su ruptura con Joaco y Joandres anunciando su relación. Por mucho tiempo se sintió solo e indefenso, pero eso se fue después de conocer un poco más a Jorge y pasar más tiempo con él.
Llegó un punto en la conversación en el que Emilio se acostó sobre el torso de Jorge abrazándolo como si fuese un oso de peluche, y éste último pasando sus dedos por entre su ahora larga cabellera mientras veían el sol ocultarse.

- Es hermoso - dice Jorge admirando aquel majestuoso evento.

- Sí, bastante - dice Emilio balbuceando un poquito - ojalá admirar cosas así sanaran corazones rotos.

- Oye - dice Jorge viendo cómo Emilio alza la cara cruzando su marrón mirar con el suyo - Es cosa de trabajar en ti Mailo, está en ti nada más, el único doctor que puede curar tu corazón eres tú mismo.

- Pero tengo miedo - dice Emilio acurrucándose otra vez en el pecho del pelirrojo - Tengo miedo de perder lo que alguna vez fue mi razón de vivir.

- Si vives por alguien o algo, no estás viviendo tu vida, vives la vida o existencia de otros - dice pasando sus brazos por la espalda de Emilio - Solamente es negar, odiar, negociarlo contigo mismo, llorar y sentirte mal...

- Y aceptarlo - dice Emilio con la voz algo temblorosa, y dejando salir lágrimas de sus ojos.

Jorge solo lo abraza más fuerte.

Pero lo que Jorge no sabe es que ese abrazo era lo que más necesitaba Emilio en esos momentos, lo hacía sentirse protegido.

Fin del recuerdo.

Jorge se acuesta en el sillón mientras siente una pequeña punzada en el corazón.

- Que idiota fui.

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Continuará...

El próximo domingo volvemos con Emilio.

[AU] 𝐘𝐨 𝐚 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐭𝐢, 𝐒𝐈́ 𝐥𝐨 𝐚𝐦𝐨 (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora