Archer | Daryl Dixon | ❤️ The Walking Dead *TERMINADA*

2.14 Better Angels

2.14 Better Angels

—Porque no tenía miedo de decir lo que pensaba, cómo se sentía. Esa clase de sinceridad que es algo inusual y muy valiente. Para tomar cualquier decisión miraba a Dale y él me miraba de regreso, de esa forma tan especial. Todos la vimos en algún momento. No siempre podía entenderlo pero él siempre nos leía—Las lágrimas caían libres de los ojos de casi todos los reunidos, Daryl sostenía a una frágil Nelea de los hombros que en el resto de la noche no había podido dejar de llorar. Le había contado con lujo de detalle todo lo que había pasado y estaba tan desmoronada desde entonces, se sentía inútil. Porque Nelea tenía las armas necesarias para defenderse y defender a Dale también...Y gracias a un mal golpe había fallado rotundamente, no había podido hacer nada y Daryl había interferido. No ella. No había salvado a Dale y se sentía miserable por eso. Tampoco había tomado la pistola para acabar ella con Dale, no pudo—Veía a la gente tal y como era. Sabía cosas de nosotros, la verdad, quiénes somos en realidad. Al final dijo que estábamos perdiendo nuestra humanidad. Dijo que el grupo estaba roto. El mejor modo de honrarlo es deshacer eso, apartar nuestras diferencias y unirnos; dejar de sentir pena por nosotros mismos y tomar el control de nuestra vida, de nuestra seguridad, de nuestro futuro—Rick Grimes habla con el corazón en la mano desde lo más profundo de su sentir. Contagiando esa aura a los demás podrían hacerlo, podían volver a ver ese brillo de ser un grupo unido. Que son el grupo que ha de vencer este nuevo e implacable mundo bajo sus zapatos—No estamos rotos. Probaremos que estaba equivocado. Desde ahora lo haremos a su modo. Así es como honraremos a Dale.

Ahora, después del funeral la chica iba apartada de T-Dog y Daryl sumida en sus propios recuerdos, en sus pensamientos y en la visión de aquella mirada desesperada de Dale que jamás podría olvidar. Daryl la miraba deseando poder hacer algo más que eso: Mirar. T-Dog estaba más nervioso de que de costumbre, molesto y triste. Justo desde que el funeral había terminado, se habían dirigido comprobar el estado de las rejas y la cerca que rodeaba la granja. Nelea no lo admitía pero deseaba encontrar otro grupo pequeño de caminantes y encararlos justo con el filo de su preciosa katana que clamaba también por una venganza que no llegaría jamás.

Después de comprobar casi todo el cerco ven a otra cabeza de ganado siendo devorada en ese mismo momento. Nelea salta de la camioneta azul con el sable desenfundado, lista y letal. T-Dog se dirige a uno, Shane a otro, su precioso arquero ya ha derribado a uno con sus flechas nuevas; pero ella quiere irse por los que están sobre el desdichado animal.

—Nel...—Llama el arquero con un hilo de voz. Nota algo justo cuando la chica se prepara para atacar: Su mirada. Su mirada brillaba incluso de tristeza, era un brillo casi doloroso que era perceptible incluso en malos momentos, ni qué decir cuando brilla mucho a causa de que está feliz cuando sonríe, era una clase distinto de brillo en sus ojitos oscuros pero brillo al fin y al cabo. En esa ocasión pasó justo lo opuesto, con aquellos caminantes su mirada se apagó tanto que pareció ver en los ojos de la chica restos de carbón previamente encendido. Ashes, por llamarlo de otro modo un semblante sereno sin un ápice de coraje o miedo es el que corona a la mirada más apagada que él haya visto jamás. ¿Así era ella cuando peleaba contra los caminantes? En el bosque de Atltanta no había podido verla pues estaba demasiado lejos, sucia y agotada como para notarlo. Ahora sin ningún tipo de filtros podía verlo con mucha más claridad—Nel...

Nada. La chica levanta el mentón y ve que el único brillo que recibirá será el del filo de la katana deseosa ya de probar sangre. Era raro verla así con esa mirada y ese semblante de calma casi de paz. Su mirada aunque apagada en un mate negro es casi hipnotizante. Shane se desquita con un caminante y Andrea igual está ocupada con el mismo T igual mira a la chica que cuando se levantan los caminantes a mirarla la chica gira la muñeca un círculo con algo brillo que asoma por un momento proveniente del sable antes de clavarse en el cráneo de los caminantes. Ve a lo lejos a un grupo de cinco.