Pavoverso 1. Cap 1. La chancla

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Wei Wuxian se coló por la ventana de la sala, eran cerca de las tres de la mañana, así que debía ser muy cuidadoso para no despertar a la mujer de la casa. Pasó con cuidado sobre Solovina, la gatita de ojos verdes que habían terminado por adoptar con el pasar de los años.

- Ahuevo... - murmuró, apenas y escuchando su propia respiración. No podía ver nada más que sus manos, si alumbraba con la linterna de su celular despertaría a alguien, de eso estaba seguro. Se sabía de memoria su casa, esquivó el buró con las fotos suyas y de sus hermanos en piñatas y brincolines, también pasó sin chocar con la mesita de centro.

Finalmente comenzó a subir las escaleras. Pasó a pasó, con zapatos en mano cuidado de no hacer ningún ruido. "Mañana le diré a Lan Zhan mi secreto" pensó el joven, que no se había percatado de la sombra que salía de la cocina "Primero lo invitaré al mercado y ..."

Sus pensamientos fueron interrumpidos con un arma contundente golpeando su cabeza. Las luces de la sala se encendieron, revelando un par de ojos furiosos, cuya dueña caminaba descalza, con su otra chancla en mano.

- ¿Qué horas son estas de llegar? – Wei Wuxian no pudo correr, solo se quedó en las escaleras - ¿Te mandas solo o qué? –

- No, yo solo... -

- ¡No me contestes! – Madam Yu lo alcanzó y lo tomó del brazo, bajándolo de las escaleras con un pellizco – Si te doy permiso para que salgas es para que regreses antes de la media noche. ¿Sabes los peligros que hay afuera? ¿Quieres salir con esos pandilleros? – Wei Wuxian se quedó en silencio, aunque el brazo ya no lo sentía sabía que podía irle peor si se movía o si hablaba - ¡Te estoy hablando! ¿Sales con esos vagos? –

- Usted me dijo que no contestara... -

- TE – golpe – DIJE – manazo – QUE – pellizco – NO – golpe – ME- pellizco – CONTESTARAS – chanclazo – Ya no hay respeto, de verás – Wei Wuxian se sobó el brazo, viendo como Yu Ziyuan se subía a su habitación – Estás castigado, nada de salir con tus amigos y cuidado si agarras tu celular –

Wei Wuxian por fin subió a su cuarto. Se encerró y se cambió la ropa, teniendo cuidado de no despertar a Jiang Cheng, aunque... posiblemente el regaño de su madre ya lo habría despertado.

- Estás bien pendejo – le dijo su hermano, riéndose bajito – Te estoy diciendo, a ella no la puedes engañar –

- Déjame en paz – se metió en la cama, sobando su brazo golpeado. Sabía que tendría que hacer las tareas de toda la casa si quería el permiso de Madam Yu para llevar a Lan Zhan a la feria.

MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora