Xiao Xingchen era una mujer tan dulce... tan dulce que muchos querían saborear aquella dulzura. Era una estudiante a punto de graduarse en historia, también había estado formándose en leyes, solo leía de vez en cuando, pero le gustaba mucho leer sobre constituciones, reglas y leyes antiguas.
Quienes conocían a esa estudiante sabían que siempre sonreía y reía con todos. A todos les daba dulces, fuesen sus estudiantes o sus compañeros. Ella era tan hermosa, tan buena, tan pura.
Pero, desgraciadamente, solo una persona la había visto llorar, y no era nadie más que el tipo que también la había hecho muy feliz.
- ¡Eres un tonto! – dijo la mujer, arrojando un vaso de plástico (porque el de vidrio sería demasiado) al hombre que estaba al otro lado de la habitación - ¡Te odio, te odio, te odio! –
- ¿Solo eso? – preguntó Xue Yang, sosteniendo su cerveza que se había derramado por el borde – Mi abuela insulta peor que tú –
- ¿Cómo puedes dudar de mí? –
- No lo sé... ¿qué no eres una universitaria y esas madres? – Xiao Xingchen se hizo para atrás, herida por ese comentario - ¿Qué no sabes cuidarte? - las palabras golpearon a la mujer tan fuerte, que sus ojos mostraron una furia que nadie... nadie jamás había visto – Ya, ya... te doy dinero, ve y sácate esa cosa –
Xiao Xingchen tomó el palote que estaba en la mesa, una suerte para Xue Yang que estuviera preparando tortillas de harina para hacer unos tacos. Se acercó, completamente erguida, la cabeza en alto.
- Quiero que te vayas de mi casa ahora –
- Estás loca, mujer – respondió Yang, mirándola con recelo – Esta es mi puta casa –
- Dije – levantó en alto el palote, ella ya era más alta que su novio – Que te vayas – Xue Yang solo sonrió con amargura – de la casa. Ahora –
- No que muy pañuelo verde y que la chingada –
Un golpe aterrizó en su cabeza. Él sabía que la mujer se había abstenido de usar toda su fuerza. Salió de la casa mientras reía, sin saber que Xiao Xingchen no estaría en casa cuando regresara por la noche.
- Estúpido, idiota – murmuraba Xiao Xingchen – Es un maldito imbécil –
Sabía que nada bueno le esperaba cuando salió de casa. Sus padres tan conservadores no le dejaban ser feliz, ilusamente pensó que podría ser feliz con ese vago. Un hombre sin estudios, que vivía día a día con la premisa de tener dinero para drogas el fin de semana.
----------
Palote es el palo con el que se extiende la masa de las tortillas, en caso de que alguien no lo ubique.
ESTÁS LEYENDO
MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!
Fiksi PenggemarEsta historia está disponible de FORMA GRATUITA EN WATTPAD, AO3 Y FB. Si la encuentras en otro lugar es PLAGIO. Shots que no tienen un orden específico con situaciones que le han pasado o que ha visto ésta persona en su ciudad y país. Wangji, ¿qué s...