MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!

Pavoverso 1. Cap 35. Cuarentena (4)

Jin Su había estado mensajeándose con su novia. Wen Qing había sido llamada a ayudar con los pacientes que mostraban síntomas leves y moderados, y ella, como la mejor médica que sería, había aceptado.

Pero Jin Su estaba triste por ello. Ella había visto las noticas de China y de cómo los médicos eran los que estaban más expuestos a la pandemia.

Wen Qing dejó de verla, tan solo se limitaba a pasar frente a su casa, envuelta en cubrebocas y caretas para después mandarle un beso y sonreírle un poco, porque le había dicho a Jin Su que no debía salir de su casa a menos que fuera necesario.

Ella se la había pasado creando contenido para sus redes sociales y escribiendo fanfics... pero sus pensamientos siempre se dirigían a su novia. Y, al parecer, la había invocado.

Tomó su teléfono y contesto la llamada entrante de Wen Qing.

- ¿Bueno? ¿Cariño? – la voz que le contestó no era la de su novia.

- Ah... señorita Su – era la abuela de Wen Qing – Lamento... lamento llamarla así, tan de repente. Wen Qing... mi niña fue contagiada – Jin Su contuvo su respiración, mientras su mano apretaba con fuerza su celular – Ella... no quiere ir al hospital, dice que sus síntomas no son tan fuertes, me ofrecí a cuidarla, pero no quiere que nos contagiemos –

- Ella... ¿dónde está? – Jin Su no pensó y comenzó a guardar en su mochila algo de ropa y materiales que podría llevar.

- Está en su habitación, Wen Ning se quedó en la casa de campo de los Song, y no quiere que su tío o yo la cuidemos. Me pidió que te avisara que no podrá verte en un tiempo –

- No se preocupe, señora Wen – dijo Su, apurándose a la salida de la casa – Yo cuido a Wen Qing, usted puede estar expuesta –

- No no no, niña, ella no quiere que nadie la cuide – dijo la abuela Wen, sonaba contrariada en la llamada – Solo quería que supieras, que te llamara –

- No puedo dejarla así, tengo cubrebocas y sanitizante, ella debe de haber aislado su cuarto ¿no? –

- Sí, pero niña... no venga, no se exponga –

- Tengo que hacerlo, Wen Qing no enfermará tanto, es muy sana, pero no debe estar sola – se despidió de su familia con una nota dejada en la mesa de la cocina – Yo le ayudo para que no se preocupe, llego en unos minutos –

- Ay, mi niña... tenga cuidado –

Jin Su dejó su casa, probablemente su familia no se daría cuenta de su ausencia hasta la noche, cuando todos cenaban juntos. Aun así, no podrían reprocharle nada.