MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!

Pavoverso 1. Cap 48. El elote

- ¿Qué vas a querer, A-Xuan? – el Jin miró la mano de su novia, viendo que había un vaso de unicel en ella.

- Un esquite – le dijo, pidiendo, según él, lo mismo que ella – con todo, pero del chile que no pica – Jiang Cheng comenzó a reír - ¿Qué? –

- Nada – respondió Jiang Cheng, mientras él y Wuxian seguían riendo.

- A-Li – la tomó de las mangas, sabía que era su debilidad – Tus hermanos me están molestando –

Yanli volteó y vio cómo sus hermanos menores no paraban de reír – A-Xian, A-Cheng. Dejen a A-Xuan en paz, es un invitado no sean groseros – ella regresó la vista a Zixuan y le sonrió, mientras le entregaba una charola – Tu esquite, A-Xuan –

- ¿Ah? ¿En una charola? –

- Sí... - la cara de Yanli reflejaba duda – No te gusta –

- Es que yo quería un esquite... -

- Ese es un esquite –

- No, el tuyo es un esquite – Yanli miró su vaso y negó con la cabeza.

- A-Xuan, este es un elote en vaso, ese es un esquite –

Jin y Jiang estaban viéndose fijamente, ninguno dispuesto a ceder.

- A-Li, en México el esquite se sirve en un vaso –

- A-Xuan, el elote en vaso está cocido, el esquite está dorado en mantequilla y se sirve en charola –

- ¿Y qué es ese entonces? – señaló el elote que llevaba Jiang Cheng – ¿Elote en palo? –

- No, Zixuan – Yanli tomó el elote de su hermano y lo levantó – este es un elote – levantó su vaso y lo acercó a su cara – Este es un elote en vaso – entonces, por último, tomó su mano, donde estaba la charola con el elote desgranado – Y el tuyo es un esquite. Aprende que aquí en el norte se llama así, Zixuan –

Yanli le pagó al vendedor, para después caminar, dejando a sus dos hermanos y a su novio atrás.

- ¿Qué chingados pasó? – dijo Jiang Cheng, volviendo a comer de su elote.

- Amonos recio... Yanli anda con todo – Wei Wuxian comenzó a caminar para alcanzar a su hermana, mientras que su hermano le seguía y Jin Zixuan se quedaba atrás.

- Pero... pero A-Li... me acaba de llamar Zixuan –

- ¡Ese es tu nombre! – le grito Jiang Cheng. Jin Zixuan no tuvo de otra más que caminar hacia ellos cabizbajo, con su esquite en la mano.