MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!

Pavoverso 1. Cap 46. Mamá

- Y dígame... ¿Está casada? ¿Tiene usted hijos? – preguntó el hombre, mirando a Xiao Xingchen desde su asiento.

- Mi vida personal y las personas que estén en ella no me impiden desempeñarme en el puesto – dijo Xingchen, fastidiándose con la pregunta que había sido hecha por décima vez en esa semana – La razón por la que vine a la entrevista es porque me he informado de los horarios laborales de la institución, así que estoy consciente del tiempo que tengo que estar a disponibilidad de mis alumnos – El hombre la miró, de arriba abajo con un gesto de decepción en el rostro. Si no fuera porque su pequeña Qin necesitaba comer y educación ya se habría retirado del lugar.

- Mn... entiendo – el hombre hizo a un lado el currículo de Xingchen – Si entiende que los niños pequeños pueden... estorbar... en la enseñanza –

- Sé los cuidados que conllevan los niños pequeños – dijo ella, su molestia era más notaria en su voz.

- Bueno, preséntese mañana a la primera hora clase – el hombre sacó de uno de los cajones de escritorio algunos papeles – Dará clases a chicos de preparatoria y universidad... sé que usted es recién egresada, así que aplíquese en ser estricta para que no se la coman viva –

Xingchen tomó los papeles y luego miró confundida al director - ¿Estoy contratada? –

- Lo está. En los papeles está el plan de estudio, las materias que dará, los grupos y el salón donde impartirá las clases –

Cuando Xiao Xingchen salió de allí fue corriendo a la guardería por su bebé. Una vez fuera de allí, con su pequeña en brazos, la besó en todo el rostro, haciendo que la niña riera encantada.

- ¿A que no sabes qué, mi pequeña Qin? – la niña reía en brazos de Xingchen – Tu mamá ya tiene trabajo – la bebé rio con más fuerza, mientras acariciaba la cara de su madre con sus manitas – Así es... mamá ya podrá comprarte dulces y tu leche especial cuando te haga falta... -

Al llegar a casa, que era una pequeña habitación con su cama, una pequeña cocina y una mesa, dejó caer todo sobre la mesa.

- Mi pequeña... ya podré comprarte algo de ropa también – comenzó a doblar las pocas prendas que había lavado, mientras acomodaba los papeles para leerlos y saber qué clases daría.

Sus clases habían ido bien, el grupo fue educado y hablaron con ella como si fuesen compañeros y no alumnos y maestra. Ahora iba de camino a la sala de maestros, donde se pondrían de acuerdo los maestros de historia para el siguiente festival. Y vio una cara muy conocida. Su mejor amigo, que había dejado de ver durante la universidad.

- ¿Zichen? – el hombre volteó con ella, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

- Xingchen – ella no esperó, tan solo se arrojó a los brazos de su mejor amigo, quien correspondía el abrazo con cariño y anhelo.