MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!

Pavoverso 1. Cap 9. Los dulces.

Si había algo que le molestaba a Lan Wangji era la ventana de pequeños peluditos... ¿para qué criarlos y venderlos? Le parecía algo en verdad malo.

- Lan Zhan... ¿ocurre algo? – estaban en la feria de la ciudad, apenas estaba oscureciendo - ¿Quieres que nos vayamos? –

- No, así estoy bien – desvió la vista con algo de dolor de las jaulas de los conejos, sabía que era muy poco lo que él podría lograr por su cuenta, ya se encargaría de hacer activismo en redes más adelante - ¿Podemos avanzar? –

Wuxian se sorprendió un poco, pero no desaprovechó esa oportunidad – Vamos a comer algo ¿te parece? –

- Mn... quiero dulces... -

- ¿Dulces? –

- Mn, la señora Ziyuan habló de artesanías... -

- ¡Oh! – el rostro de Wuxian de inmediato se iluminó – Vamos entonces – llegaron a un puesto de dulces tradicionales, había de coco, de cajeta, de nuez... también había enchilados y obleas. Lan Wangji tenía curiosidad por aquellas delicias tradicionales, su tío nunca lo había dejado probar cuando era pequeño – Ven, toma esto – Wuxian tomó la cucharita de madera que el vendedor le ofrecía – Es muy dulce –

En lugar de tomar la palita, Lan Wangji simplemente abrió la boca y probó. El sabor azucarado se infiltró en su boca, su piel se erizó y sus ojos brillaron por un segundo.

- ¡Lan Zhan! – dijo Wei Ying sonriendo demasiado – Nunca te había visto tan feliz... deme el bote de litro – le dijo el vendedor, para después sacar su cartera y pagar un litro completo de cajeta – Ven... prueba éstos otros.... –

La mochila de Wei Wuxian estaba llena de dulces. El vendedor les había agradecido repetidas veces, más cuando Lan Wangji insistió en comprar un poco de todo. Ahora iban caminando entre los puestos otra vez. Lan Zhan se había animado a comprar una de esas papas preparadas, Wei Ying era quien sostenía la bolsa de conchitas, mientras que daba de comer a Lan Zhan.

- ¿Verdad que saben buenas? –

- Mn, me gustan – decía Wangji, mientras comía de la cuchara que Wuxian le ofrecía. Un segundo de distracción hizo que el queso y crema de las papas manchara la boca de Lan Zhan. Wei Ying de inmediato dejó la cuchara y limpió con el dedo aquella mezcla.

- Perdóname Lan Zhan, ya te limpié – Wei Wuxian lamió entonces su propio dedo.

Un par de risitas se escucharon a su alrededor.