MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!

Pavoverso 1. Cap 40. La cucaracha

Bien sea el dicho: todos somos valientes, hasta que la cucaracha vuela.

Jin Xuanyu tenía la mala costumbre de dejar la puerta que daba al balcón abierta. Le gustaba sentir el aire fresco en esos días donde estaban a treinta grados por la noche.

Lo que no recordaba, o nunca había vivido, es que los insectos salen de las alcantarillas para refrescarse un poco. Fue así cuando vivió la experiencia más atemorizante de su joven vida.

- Te lo juro, A-Cheng – le dijo por teléfono – el calor es terrible y mis hermanos no me dejan prender el clima –

- Está bien que no te dejen –

- ¿Ah? Pero... ¿por qué? –

- La ves que te llevé a casa y comenzó a llover solo te cayeron unas cuantas gotas y terminaste resfriado. Es mejor el aire fresco –

- Pero, A-Cheng es que... - la mancha oscura moviéndose por la pared le hizo callarse. No llevaba sus lentes, pero sabía que la mancha se estaba moviendo. Se estiró por sus lentes sin dejar de ver esa cosa que había aumentado su ritmo cardiaco.

- ¿A-Yu? ¿Sigues ahí? – no contestó, tan solo se puso los lentes y miró que, efectivamente se trataba de un cucaracho en la pared – A-Yu... - dejó el celular de lado y salió corriendo de la habitación.

- ¡A-YAOOOOOOOOO! – gritó, corriendo en dirección al cuarto de su hermano, quien de inmediato le abrió la puerta - ¡A-Yao, hay una cucaracha en mi habitación! – su hermano mayor tomó la escoba que estaba en las escaleras y caminó al cuarto de Xuanyu, con el menor siguiéndole sigiloso.

- A-Yu, te hemos dicho que tomes la escoba y lo atarantes, después lo terminas de matar en el piso – Guangyao se estiró y trató de dar un escobazo al insecto, pero este salió volando en dirección a ambos jóvenes - ¡ZIXUAAAAAAAAAAAAAAN! –

Los dos Jin salieron corriendo a la habitación de su hermano, quien acababa de despertar por los gritos, y los miraba con algo de odio.

- ¿Qué tienen ustedes dos? –

- ¡Está volando! – dijo Xuanyu, aferrándose al brazo de su hermano - ¡Está volando! –

Jin Zixuan soltó un suspiro y tomó la escoba que Guangyao traía.

Media hora después, Jin Xuanyu cerró la puerta del balcón y tomó de nuevo su celular.

- Perdón, A-Cheng –

- ¿Te gustaría que fuera a poner un mosquitero? Puedo ayudarte cualquier día que necesites –