Pavoverso 1. Cap 3. El mercadito.

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Lan Wangji nunca había asistido a ese tipo de mercados. Usualmente iba a mercados tipo H-E-B o Wal-Mart, donde conseguía los alimentos que a su tío le gustaba cocinar, además de que traían artículos de varios lugares del país y del mundo.

Nunca en su vida había pisado un mercadito... tianguis, como le decían algunos.

A Wei Ying le gustaban mucho esos lugares. Llevaba bolsas y redes para buscar artículos de segunda mano, también llevaba algunas de sus prendas y pinturas y dibujos para vender allí.

- Lan Zhan – llamó el joven Wei, quien venía bajando de la combi – Te dije que vinieras vestido de otra forma, te vas a quemar con el sol – se quitó su sudadera liviana, pasándosela al otro - ¿Traes tu teléfono? – él asintió, mostrándole el celular último modelo – Lan Zhan... ¿te molesta si lo llevo yo? –

- ¿Pasa algo? –

- Tienes cara de niño rico, te lo van a robar –

Lan Wangji pareció entender aquello. Sabía su posición, conocía su privilegio. Le dio el celular a Wei Wuxian, mientras pasaba su cartera al bolsillo ocultó de su pantalón. Wei Wuxian guardó las cosas y le miró, con una sonrisa tomó su mano.

- Vamos, la señora de las gorditas tiene pocos clientes en la mañana – caminaron al puesto, una mujer regordeta, con un mandil rojo que decía "comida, el chino" les atendió, sonriéndole con cariño a Wei Wuxian – Seño, póngame dos de chicharrón, una de barbacoa y dos de huevo con salsa roja –

- Claro, joven – dijo ella, poniendo las gorditas en el comal – Y a su amigo güerito... ¿qué le pongo? – Lan Wangji miró los guisos... con Wei Ying había probado varios platillos de puestos, así que no sabía muy bien como pedir las cosas. Solo miró a Wuxian, con su semblante serio de siempre.

- Ah, sí... - el joven recordó que la familia del Lan era vegetariana – Póngale dos de nopalitos, dos de huevo con salsa que no pique... una de queso... - Lan Wangji le jaló de la camisa, Wuxian entendió que eso era suficiente – Y dos aguas, de horchata y de... - miró a Wangji.

- De Jamaica, por favor – la mujer se quedó quieta un segundo, escuchando la bella voz de Lan Wangji y, si de por sí, el hombre era guapo... su voz le quedaba a la perfección.

- Ahorita salen, siéntense donde gusten –

Habían tomado una mesa lejana a los pocos clientes que habían. Wangji miraba a Wuxian, mientras el chico le platicaba todos los puestos que visitarían ese día.

Sin duda, una cita muy amena para ambos.

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Al tianguis o mercado sobre ruedas le llamamos mercadito...

MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora