Pavoverso 3. Cap 8. La bendición de Lan Xichen

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La puerta de la sala del hospital fue abierta con algo de brusquedad, provocando el llanto de una pequeña que recién dormía en los brazos de su papá.

- Xi-Xichen, yo... - Nie Mingjue entró, observó con la boca abierta a la bebé – Ella es... ¿nuestra A-Yi? –

- Sí, es ella... y parece que papá Mingjue no hizo la mejor impresión – la niña comenzaba a calmarse otra vez – Ven aquí... - el rostro de Mingjue mostraba tanto arrepentimiento como felicidad, su respiración parecía haberse detenido y sus manos estaban hacia el frente. Lan Xichen comenzó a reír – Anda... ella muerde solo un poco –

Nie Mingjue se sentó en la camilla a un lado de su esposo y extendió sus brazos para tomar a la bebé. Llevaba puesto un mameluco algo grande, ahora que la tomaba en sus manos... veía que en realidad sí era muy pequeña. Él tenía las manos grandes y la pequeña Jingyi podía acomodarse en las dos manos de su papá. La niña estaba conectada a una maquina pequeña a un lado de Xichen, así que tuvo cuidado con esos cables.

- Es tan pequeña... - susurró, temiendo por despertarla de nuevo – Xichen... ella es tan pequeña... y tan bonita –

Lan Xichen observó en silencio como los ojos de Nie Mingjue se ponían llorosos y como acomodaba a la pequeña en su pecho. Olvidó esos minutos de miedo que había pasado cuando no sentía a su bebé en él y cuando no sabía dónde estaba. Olvidó el dolor que sintió en esa tienda.

Y olvidó a la tormenta y la repentina sensación de que todo faltaba, porque ahora lo tenía todo.

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Lan Qiren entró casi como Nie Mingjue, de golpe, pero sin emitir ese ruido. Nie Jingyi siguió durmiendo en brazos de Mingjue, que se había sentado en el sillón que estaba en esa habitación. La máquina de la pequeña estaba a su lado.

- ¿Cómo están? – preguntó Qiren, mientras Wangji entraba después de él - ¿Qué fue lo que pasó? –

- La enfermera me dijo que la bebé se adelantó, no saben por qué – susurró Mingjue, pasándole la pequeña a su abuelo, que la tomó encantado – Cuando lo trajeron aquí empezó la tormenta y las redes se saturaron –

- Por eso no lo encontrábamos – comentó Wangji, quien veía con interés a su sobrina, recordando al pequeño que estaba por llegar - ¿A ti tampoco te avisaron? –

- Lo hicieron ya después, pero no podía salir de la fábrica – Qiren le pasó el bebé a su sobrino, quien lo tomó con algo de miedo. Mingjue no sabía que decirle a su suegro, pero tampoco tuvo que hacerlo. Un buen golpe le llegó detrás de la nuca – Pero suegro... -

- No me hables – le dijo - ¿Cómo te atreves a no estar en el nacimiento de tu hija? – Nie Mingjue se quedó sin palabras... y permaneció en silencio... nunca lo habían mirado con tanto odio.

MDZS: HECHO EN MÉXICO!!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora