N u e v e

698 52 1
                                    

JUGHEAD

Han pasado varios días desde que Betty está en el hospital y hoy por fin podrá irse a casa conmigo. Alice aún no lo sabe, ni mi padre tampoco, Betty quiso que fuera una sorpresa y yo no tuve problema con eso.

Cuando el doctor nos dio la noticia no se quien se puso más feliz, si ella o yo. El saber que estará en casa, conmigo, me hace sentir mejor y más tranquilo. Además se que Alice estará menos preocupada.

En todos estos días que han pasado me la pasé mostrándole las distintas fotos del álbum y los vídeos de mi laptop, y me hace sentir muy bien que poco a poco va recordando las cosas por medio de sus sueños o cuando realizamos distintas cosas juntos.

Lo que me preocupa son los fuertes mareos y dolores de cabeza que le dan cuando recuerda algo pero según el doctor es muy normal.

El doctor también me dijo que ya era momento de que Betty supiera la razón de por qué terminó en el hospital pero yo no quiero que recuerde eso, no quiero que se la pase asustada al igual que Alice.

Betty salió del baño, siendo el centro de atención para mis ojos, como lo es siempre. Ya se encontraba arreglada, traía puesto un jean que se ajusta en sus muslos y es suelto desde sus rodillas hasta sus tobillos, una camiseta dos tallas más grande que ella haciéndola ver más pequeñita de lo que ya es, y como calzado unos tenis con plataforma que le dan un poco de altura, pero no la suficiente para alcanzarme.

Su cabello dorado se encuentra suelto, cayendo sobre sus hombros y brillando con los rayos del sol que caen en él al igual que sus ojitos verdes que me enamoran cada día más.

Me levanté de la camilla y di unos cuantos pasos para quedar frente a ella, acomode su cabello detrás de sus orejas y dejé un beso en su frente.

— estás hermosa Rapunzel — susurré y sus mejillas de inmediato tomaron ese tono carmesí haciendo que se viera más adorable.

— ¿Ya nos podemos ir? Quiero ver a mamá.

Tome su bolso con las pocas pertenencias que le había traído y le ofrecí mi mano que ella gustosa acepto y entrelazo nuestros dedos.

Salimos de la habitación y en el pasillo nos encontramos al doctor que nos dio las mismas recomendaciones de siempre que ya se de memoria, también le recordó a Betty que tendría que volver en unas semanas para chequear cómo se encuentra.

Firmamos los papeles necesarios y por fin pudimos salir dejando el hospital atrás.

— Recuérdame porque mi mamá y yo nos quedamos en tu casa y no en la mía.

— jamás te dije la razón Rapunzel.

— quiero saber porque... Dime Jugguie.

Suspire y le di un apretón a nuestras manos — luego lo sabrás Rapunzel, no hay prisa...

Ella se detuvo, haciendo que yo también, su cara ahora es totalmente seria y eso me asusta un poco.

— ¿Tiene que ver con mi papá?

Me quedé congelado ¿Acaso ya lo recordó? ¿Por qué no me dijo nada?

Cambie la dirección de mi mirada al suelo, no se que decirle.

— Jughead ¿Por qué no dices nada?

— si, tiene que ver con tu papá pero no te preocupes.

— ¿mamá por fin se separó de él?

Asentí — desde eso se queda en nuestra casa.

Ella continuó caminando sin soltar nuestras manos, su rostro seguía igual de serio, no me gusta cuando se encuentra así porque se que está enojada y cuando se enoja es horrible, se comporta fría con todo el mundo y es como si en su mundo sólo existiera ella y nadie más.

— Rapunzel ¿Todo bien? — asintió — ¿Segura? — volvió a asentir — no estás enojada ¿Verdad? — negó — entonces ¿Por qué no me hablas?

— solo estoy pensando, nada importante.

— piensas en tu padre ¿No?

Asintió — ayer lo recordé a él... Pero todo es demasiado confuso y borroso, aún no logro entender bien mis pensamientos.

— ¿Por qué no me lo dijiste?

— no lo vi necesario, aún no entiendo bien las cosas cuando se tratan de él.

— bien.

Separé nuestras manos para poder pasar mi brazo por sus hombros y acercarla a mi cuerpo, y ella rodeó mi cintura con sus brazos apoyando su mejilla en mi pecho.

— te amo — susurré luego de dejar un beso en su cabeza.

Ella levantó su cabeza conectando nuestras miradas.

— yo también — sonrió.

Caminamos unas cuantas cuadras más y ya nos encontrábamos enfrente de mi casa, ella me miró y se que está nerviosa, está mordiendo su labio inferior y su respiración un poco acelerada.

— ¿Preparada Rapunzel? — pregunté.

— creo que sí Jugguie.

— Todo saldrá bien, tu mamá se pondrá super feliz.












RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora