V e i n t i c u a t r o

825 43 0
                                    

JUGHEAD

Al despertar lo primero que vi fue a mi hermosa novia entre mis brazos aún con sus ojitos cerrados, su cabello revuelto y se veía con toda la tranquilidad del mundo. Tan hermosa.

Aparte el cabello de su rostro y lo acaricie por un rato, lo enrede entre mis dedos y jugue con él. Me apoye en mi antebrazo izquierdo para quedar de lado y tener un mejor ángulo para mirar a Betty pero ella al sentir que me aleje se apego muchas más a mí. Enredo sus piernas con las mías, paso su brazo por mí cintura y escondió su rostro en mi cuello, así que no pude verla más. Pase mi mano por su pequeña cintura y dejé suaves caricias sobre su piel junto con besos en su cabeza.

No puedo esperar a que despierte y que vea todo lo que planee para este día, para su cumpleaños.

Luego de unas caricias más en su piel ella despertó.

— Jugguie — soltó un pequeño quejido— abrázame.

— ya lo estoy haciendo.

— entonces hazlo más fuerte.

Hice lo que me pidió y dejé un dulce beso en su cien.

— feliz cumpleaños Rapunzel — susurré en su oído.

Ella levantó su rostro y frunció sus cejas cuando el sol golpeó su rostro y entonces escondió su rostro entre sus manos.

— gracias Jugguie—murmuro rascando sus ojitos para acostumbrarse a la luz — quiero un besito de cumpleaños.

—lo que diga Rapunzel.

Ella soltó un pequeña risa al igual que yo y junte nuestros labios en un beso muy largo, demasiado para mi y no me quejó porque probar sus labios es algo maravilloso.

—¿Dormiste bien?

— si pero aún tengo sueño Jugguie.

Yo sonreí y dejé un dulce beso en su frente mientras que ella volvia a cerrar sus ojitos.

—Si te doy tu regalo ¿Abres esos lindos ojitos?

— ¡Si! — dijo abriendo sus ojos de inmediato.

Solté una carcajada y me levanté de la cama para caminar hacia mí escritorio, abrí el segundo cajón y saque la pequeña caja donde estaba la cadena. Me volteé para ver a Betty que luchaba con tener sus ojitos abiertos. Ella también cubría sus pechos con la manta ya que se volvió costumbre de que durmiera solo con sus diminutas bragas.

Me senté a su lado y ella al sentir que el colchón se hundió pegó un brinco como despertando de su profundo sueño.

— ¿Estás muy cansada? — ella asintió rascando su ojo derecho y luego bajo su mirada hacia la pequeña caja de color azul oscuro, sus ojos se abrieron de repente quitando cualquier rastro de cansancio en su rostro.

— ¿Me vas a pedir matrimonio?— dijo con algo de sorpresa y asombro— Jugguie yo te amo pero aún somos muy jóvenes para casarnos ¿No crees?

— oye no, no te voy a pedir matrimonio… bueno, no aún— murmuré y luego abrí la cajita dejando ver una parte de la cadena y claramente el dije — cuando la vi lo primero que me vino a la mente fuiste tú Rapunzel.

— ay Jugguie, es hermosa — ella saco la cadena de la cajita y tomo el dije en sus manos delineando los detalles de la mariposa —me encanta, muchas gracias.

Ella rodeó mi cuello con sus brazos y yo rodeé su cintura con los míos, sus labios dejaron un dulce beso en mi mejilla y yo sonreí dejando uno en su hombro descubierto.

RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora