T r e i n t a y c u a t r o

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JUGHEAD

Desperté por los rayos del sol que entraban por la ventana de mi habitación y estoy tan feliz de poder dormir en mi cómoda cama junto a rapunzel. Mi espalda ya sufrida mucho en el hospital.

Mire a Betty quien estaba de espaldas abrazando una almohada. La abrace y dejé un beso en su mejilla para tratar de seguir durmiendo.

Anoche tuvimos una larga conversación sobre el bebé que estamos esperando, ambos dimos nuestras opiniones y no llegamos a ninguna decisión. Aún no sabemos que haremos.

Yo quiero tener el bebé pero ella aún no tiene clara su decisión... Quedamos en decirles a nuestros padres, y créanme, no será nada fácil... No siento tanto temor por mi padre, siempre me dice que quiere nietos. Pero Alice, si me dan nervios del solo pensar cómo se lo va a tomar, ella siempre nos decía que nos teníamos que cuidar y ser muy precavidos cuando empezáramos nuestra vida sexual.

Suspiré y abrace más fuerte a Betty, puse una de mis manos en su cintura y levante su camisa para poder tocar la piel de su abdomen.

Con cuidado acariciaba su piel, y trate de imaginarme nuestro futuro...

— ¿Jugguie? — murmuró con voz de pereza, interrumpiendo mi imaginación

— buenos días Rapunzel.

— besito Jugguie — dijo volteando se.

Yo bese sus labios y ella sonrió.

— pero mira, que sonrisa más hermosa tiene mi Rapunzel — sus mejillas tomaron ese tono carmesí que tanto me gusta, haciéndome sonreír a mí también — por dios, eres hermosa — yo bese sus labios haciendo que ella riera — te amo demasiado.

— yo también te amo Jugguie.

— ¿Dormiste bien? — ella negó — ¿Por qué no?

— tenía mucho dolor de cabeza y náuseas.

— ¿Por qué no me despertaste? Te pude haber ayudado.

— no quise, te veías muy tranquilo durmiendo.

Suspiré.

— la próxima tienes que despertarme. No tienes porqué cargar con todos estos síntomas del embarazo sola.

— está bien.

Organice su cabello y acaricie su mejilla.

— ¿Aún te sientes mal? — ella negó y se acurrucó más en mis brazos.

— quiero que me abraces fuerte Jugguie.

La envolví y en mis brazos y la apegue más a mi cuerpo, bese su frente y apoye mi mentón en su cabeza.

— ¿Estás preparada para hablar con nuestros padres?

— no, tengo nervios... ¿Tu?

— tu mamá me asusta.

Ella soltó una pequeña risa y dejó un beso en mi cuello.

— a mí igual, se que nos va a regañar.

— no me dejara dormir nunca más contigo, no nos dejara tener sexo de nuevo.

Ella volvió a reír.

— eres muy dramático Jugguie, ella no puede hacer eso. El sexo es una necesidad humana, hasta ella necesita sexo y tu padre la ayuda con eso.

— guacala... Dios, los recuerdos de los gemidos de tu mamá me atormentan, no me lo recuerdes.

— lo sé... Anoche los oí, fue horrible.

Esta vez yo reí y me aparte un poco para mirarla.

— ¿Quieres tomar una ducha, Rapunzel?

— ¿Solo será una ducha?

— tú sabes que no...

• • •

Luego de entrar a la ducha y abrir la llave del agua para que cayera sobre nuestros cuerpos, ya me encontraba en el interior de Betty. Me sostenía de sus caderas mientras ella apoyaba sus manos en la pared para no caerse.

Solo lograba escuchar el sonido de nuestros cuerpos chocar y los gemidos que salían de sus labios... Se escucha tan bien.

— Jugguie — gimió — pronto voy... Dios.

Acelere mis movimientos haciendo que los gemidos de Betty salieran como locos y sin control. Pude sentir como sus paredes se apretaba más haciendo que yo sintiera mi orgasmo tan próximo como ella. Pero aún así cuando ella termino yo no me detuve, aún necesitaba más...

— Jugguie... Estas siendo brusco— murmuró con algo de dificultad y yo de inmediato detuve mis movimientos.

— lo siento— bese su hombro— no fue mi intención — ella asintió y yo salí de su interior así pudo girarse y rodear mi cuello— ¿Quieres seguir?

— si pero ten más cuidado ¿Bien? — asentí y la tomé por sus muslos haciendo que rodeará mi cadera con sus piernas.

Juntamos nuestros labios y sentí como ella jugaba con el cabello de mi nuca y presionaba más para que no separamos nuestros labios.

En un movimiento rápido me hundí de nuevo en su interior haciendo que un gemido salieron de sus labios, pero ese gemido solo se quedó atrapado en nuestro beso.

Hice que Betty apoyará su espalda en la pared para así poder empezar a moverme y tener más facilidad al hacerlo.

— Jugguie — susurro sobre mis labios — no te detengas.

Ella dejaba salir sus suaves gemidos que eran como un susurro en mis oídos... Se escucha muy bien como gemía.

Dejé una nalgada en su trasero y ella apreto el agarre en mis hombros y sentí sus uñas queriendo se clavar en mi piel.

— más Jugguie... Quiero más— dijo en un susurro cerca de mi odio haciendo que una corriente pasará por mi columna — por favor.

Volví a azotar su trasero y ella volvió a gemir. Sus caderas se empezaron a mover al compás que las mías y sentí próximo mi orgasmo.

Ella gemía en mi oído impulsando me a seguir y un gruñido salió de mi garganta, dando aviso de que había llegado, justo cuando ella también lo hizo.

— fue increíble, Jugguie.

— si que lo fue — dije mientras tomaba un tarro de shampoo para aplicarlo en su cabello rubio.

— ¿No te duele Jugguie? — dijo tocando la cicatriz que se empezaba a formar de los puntos.

—  un poco, nada más. Pero ya estoy mucho mejor.

La espuma que quedó en mis manos la pasé por sus pechos y jugué un poco con ellos.

— muy pronto será nuestro aniversario, Jugguie.

— si, he estado pensando en que hacer, pero no se me ocurre nada... Ya en una semana se cumplirán cinco años de noviazgo.

— aunque llevamos casi toda una vida juntos.

— ha sido una vida maravillosa.




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