T r e i n t a y n u e v e

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JUGHEAD

— ¿A donde vamos Jugguie? — preguntó Rapunzel.

— te he dicho mil veces que es una sorpresa. ¿Por qué eres tan impaciente? — dije un poco molestó, ya me tiene mareado con la misma pregunta.

— perdón.

Ella volteo su mirada hacia la ventana y yo continue mirando el camino.

— ¿Podemos hablar de algo? Me aburro Jugguie.

— ¿De que quieres hablar Rapunzel?

— mhm... ¿Crees que saldremos adelante con nuestro bebé? Quiero tenerlo pero a la vez me da miedo.

Yo puse mi mano en su muslo y la mire por unos segundos.

— se que saldremos adelante, estando juntos lograremos hacer todo lo que queramos — subí mi mano hasta su abdomen para tocar su piel — este hermoso bebé nos hará muy feliz y nosotros a él o ella, aunque estoy súper seguro de que será una niña... Una linda princesa.

— quiero darte un beso Jugguie — vi como formó un pequeño puchero.

— no podemos, estoy conduciendo, luego te doy todos los besos que quieras.

— ¿Y una hamburguesa con mi malteada de oreo?

— eso también.

• • •

Minutos después entre al parqueadero del lugar a donde íbamos. Milagrosamente encontré un lugar rápido y bajamos del auto.

— mi beso, Jugguie — dijo abrazando mi torso.

Sonreí y tome su rostro entre mis manos para besar delicadamente sus labios. Al separamos ella beso mi mejilla y tomo mi mano.

— ¿Donde estamos? — preguntó mientras íbamos hacia las escaleras.

— en un lugar muy bonito, se que te gustar

Luego de subir unas cuantas escaleras y caminar por un largo pasillo, llegamos a un salón, un gran salón. En sus paredes colgaban muchos dibujos, demasiados y como sé que a Rapunzel le gusta dibujar quise traerla aquí.

— ¿Que es este lugar Jugguie?

— como soy tu novio y te conozco tanto y como se que te gusta dibujar... encontré este lugar donde podrás dibujar lo que tú quieras y ponerlo en alguna de las paredes.

— ¿Solo un dibujo?

— o dos, los que tú quieras.

Ella sonrió con emoción y beso mi mejilla, para luego correr hacia una de las mesas y tomar una hoja junto con un lápiz. Yo la seguí con mi cámara en las manos para poder fotografiarla.

Me senté frente a ella mientras veía como trazaba las líneas en la hoja. Tome una foto y ella frunció sus cejas al escuchar el “click”.

— no me tomes fotos, Jugguie.

— ¿Por qué no? Me encanta hacerlo... Eres mi modelo favorito.

— ¿Hay las modelos?

— no pero en un futuro las habrá, cuando sea un fotógrafo famoso... Sin embargo, tienes que recordar siempre que tú eres la única mujer para mis ojos.

— ¿Crees que nuestra relación será para siempre? — dijo dejando a un lado el dibujo.

— no puedo asegurar eso pero me gusta pensar que si. En algún momento habrán problemas, así como los que hemos tenido, tal vez unos sean más fuertes que otros pero tenemos que saber afrontarlos, no rendirnos a la primera.

— no entiendo cómo sabes que decir siempre.

— tienes un novio muy inteligente — le guiño un ojo y ella sonríe — bueno, menos distracciones y más dibujos y fotos.

Ella soltó una pequeña risa y volvió a concentrarse en el dibujo mientras que yo, obviamente, le sacaba unas cuantas fotografías.

Luego de un tiempo ella empezó a hacer otro dibujo, iba a tomar la hoja con el primero pero ella me dio un manotazo.

— oye, no me golpees.

— no quiero que lo veas.

— ¿Por qué no? Siempre me has dejado verlos.

— pero esta vez no quiero, o bueno, no por ahora ¿No te enojas?

— ¿Luego podré verlos? — ella asintió — ¿Y me das un beso? — ella volvió a asentir y yo me levanté de la silla para acercarme y juntar nuestros labios — ya no me enojare.

Rapunzel sonrió y beso mi mejilla para luego volver a concentrarse en su segundo dibujo.

Tiempo después, ella ya se encontraba buscando un lugar para poner sus dibujos. Aún no me ha dejado verlos pero dijo que los podría ver cuando los pegará.

Al encontrar un espacio libre, ella me obligó a cerrar los ojos mientras que los pegaba, luego de eso los abrí y en uno de los dibujos habían tres mariposas, las tres tenían distintos tamaños y detalles.

La más grande líneas cruzar de color negro y con algunos círculos en blanco, la mediana tenía líneas más delgadas y círculos negro, y la última y más pequeña no tenía nada, estaba en blanco.

— ¿Que quieren decir esas mariposas? — pregunté señalando el dibujo.

— mhm, somos nosotros. Tu eres la más grande y yo soy la mediana.

— ¿Y la otra?

— es nuestro bebé...

Ella bajo su mirada y noté como sus mejillas tomaron ese tono carmesí. Sonreí y la abracé.

— eres increíble Rapunzel y soy muy feliz de saber que tendré un hijo contigo.

— yo también soy muy feliz de saberlo... Pero soy más feliz teniendote a mi lado, no quiero que te vayas nunca.

— trataré de no hacerlo, es una promesa Rapunzel.




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