Capítulo 28

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Me levante de la cama subiéndome los pantalones, Keira estaba mirándome tapada con las sabanas, salí de allí sin despedirme ni si quiera, al estar abajo ya Mason estaba hablando con uno hasta que me vio.

-¿Ya te vas? - asentí dándole una palmada en su espalda.

-Si, tengo cosas que hacer - me miro advirtiéndome con la mirada.

-Ten cuidado demonio no queremos que vuelvas a la cárcel - sonreí de lado.

-Antes muerto que volver a la cárcel

Sali de allí cuando cogí mi bolsa de deporte, tenía una hora para llegar a casa y prepararme para las peleas, por un momento pensé en que podría estar haciendo Selene, suspire llevando mi mente a aquel día mientras caminaba.

Estábamos asegurándonos que pasaran por ese callejón nada podía salir mal, si no podríamos jugar mucho.

-Rayo más te vale centrarte no quiero ni un puto error - rodé los ojos.

-No me llames rayo sabes que mi mote es demonio

-Va, vamos ya los estoy escuchando - nos metimos en el callejón esperando a que apareciesen.

Pensé que venía con otra persona, pero no una chica iba con él, hice una seña a Culebra de que pasaba de esta mierda, me advirtió que no me moviese.

Todo paso rápido cuando Culebra comenzó a golpearle, vi la intención de su hija de ir a defenderle y la cogí tapando sus ojos para que no viera nada, el grito desgarrador que salió de su ella nunca se me olvido era de puro dolor, nunca se me puso la carne de gallina pero ese día fue distinto me quede con el color de sus ojos era hermosa, me lamentaba por estar metido en una banda como la de Culebra por hacer esas mierdas, supe que al que había matado era policía un tiempo después en un cambio de drogas nos pilló la policía y no nos dio tiempo a salir corriendo por eso acabe en la cárcel, incluso entando tumbado en mi colchón de mierda, en la cárcel aparecía por mi cabeza esos ojos, recordando todo lo sucedido aquella noche supe sin duda que era ella, pegue un puñetazo a la pared de aquel callejón que me metí sentía rabia y sobre todo culpabilidad de que fuese Selene la que estuvo aquel día presenciando la muerte de su padre.

Entre en la calle donde se veía la casa, llame a la puerta esperando a que estuviera Selene, pero no habría llame al timbre por si no me había escuchado, pero tampoco abría, rodee la casa entrando por la puerta del patio que estaba abierta, la casa estaba en completo silencio no se escuchaba ningún ruido pensé que había salido.

Subí, sacando ropa del armario para las peleas cogí las vendas también, escuché ruido en el baño de Selene salí dando con mis nudillos a su puerta.

-¿Estás ahí Selene? - fui a abrir la puerta, pero el seguro estaba echado.

-¿Selene? - la volví a llamar, pero no contestaba.

-Si no abres la puerta te juro que la tiro - lo decía enserio.

-¡DEJAME EN PAZ! - escuche su voz que parecía rota como si estuviera llorando.

-¿Estás bien?

-¡QUE TE EH DICHO QUE ME DEJES EN PAZ JASON, NO QUIERO VERTE NI SABER DE TI DEJAME EN PAZ! - grito exaltada.

La hice caso dejando de insistir.

La cabeza de Selene palpitaba causándola un dolor de cabeza, se envolvió aún más en las sabanas de su cama.

Los recuerdos de lo que vio en la madrugada de Jason y su amiga Maica trataban de hacerse presentes, ella intentaba bloquearlos no estaba dispuesta a pensar, y más con el dolor de cabeza que sentía.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora