Cuando comente que este examen había sido el más importante de toda mi vida no exageraba, en todo momento durante el examen mis manos sudaban como nunca lo había hecho además mis piernas también estaban controlando mi cuerpo no paraba de moverlas y dar toques contra el suelo.
El profesor tampoco no ayudaba en nada a pesar de habernos animado a todos se paseaba por las mesas para arriba y abajo, sin parar como si llevase mil vidas sin andar, no quitaba sus penetrantes ojos de nosotros cada movimiento que hacíamos hay estaban sus ojos que no se apartaban de ti en ningún segundo, no paraba de escuchar el constante ruido del reloj moviéndose las agujas.
Me ponía más nerviosa a pesar de que me estuviera animando interiormente de que esto no era nada e iba a salir bien, ya que había estado estudiando duro.
El tiempo se pasaba lento me quedaba solo la última hoja del examen, cuanto odiaba esos exámenes especiales con varias hojas como si se fuese a tratar de la biblia.
-Cinco minutos chicos – soltó el profesor mirando el reloj de la pared, su voz retumbaba ronca por la sala, la gente se empezó a desesperar al escucharle que quedaba muy poco tiempo.
Intenté concentrarme por última vez en el último ejercicio que me contaba un punto más, comencé a escribir bien la respuesta tal cual la había estudiado en mis apuntes, tanto que no me percate cuando el profesor se acercó hasta mi mesa pidiéndome que le diese el examen.
¿Cuándo había pasado esos últimos cinco minutos tan rápido?
En este rato se me pasaba el tiempo lentísimo y los últimos minutos desaparecieron como si nada, cogí mi examen dándoselo, nuestras miradas se conectaron, mentiría si no dijera que estaba cagada y se me pasaban las mismas dudas que siempre entregaba un examen y ahora más que nunca.
¿Lo abre hecho bien?
Me gustaría tener más tiempo para volver a repasar todo de nuevo por si las moscas.
-¿Estás bien Selene? - el profesor me pregunto teniendo mi examen en sus desgarradas manos.
Por unos segundos me imagine a el profesor siendo el mismísimo Lucifer gritándome fuerte mientras que no tenía piedad conmigo diciéndome que había suspendido que no valía para ayudar a personas, negué con la cabeza quitándome esa tremenda idea tan mala, sorprendiéndome como mi cabeza quería pasarme una mala jugada, no me di cuenta que negando con mi cabeza es como si hubiera respondido al profesor, pero él no se quedó conforme.
-Si estoy bien, gracias – le conteste, cuando se dio la vuelta para seguir recogiendo los exámenes me pase mi mano por mi frente, necesitaba una buena botella de agua al salir.
Cuando el profesor recogió todos teniendo una montaña de folios sobre su mesa donde los había dejado se apoyó en su mesa dispuesto a soltarnos algunas palabras antes de que salgamos todos por patas de aquí.
-Bueno chicos y chicas habéis dado otro paso más a vuestro futuro, os deseo a todos muchísima suerte, nos vemos dentro de unos días para hacer el último examen – con eso dejo por zanjada la hora de la prueba, se despidió de nosotros.
Esperé a que salieran casi todos para ir más tranquila, cuando salí me dirigí a la maquina donde había bebidas y algo para comer.
Metí las monedas marcando la letra que ponía debajo del agua, cuando salió la cogí, estaba bastante fría eso me iba a ayudar.
Bebí un poco la guardé cuando mi móvil comenzó a sonar.
-Hola Maica, acabo de salir – la dije cuando vi que era ella.
-¿Qué tal te fue? Seguro que bien - sabía que me iba a llamar cuando terminase.
-Bien, estuve bastante nerviosa, pero creo que todo estará bien – intentaba convencerme a mí misma para no estar peor.

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Un Nuevo Comienzo
AcciónSelene tuvo una infancia dura perdió a su padre siendo muy pequeña y lo peor que la toco presenciar la muerte de su padre, su madre y ella estuvieron en una gran depresión, hasta que decidieron cambiar de vida y también de ciudad, lo que ella no sab...