Capítulo 61

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El juicio había comenzado.

-Se declara abierta la sesión, por la secretaría va a dar lectura a los escritos de acusación y defensa – habla el juez desde su sitio.

-Buenos días, hoy estamos aquí para recordar el asesinato de un policía fuera de su trabajo, los acusados son Culebra y Jasón, ellos son de una banda organizada desde hace años con tráfico de drogas y armas, hoy están enfrentándose a una condena por el asesinato a sangre fría - la secretaría comenzó a hablar sobre las acusaciones, escuchaba de fondo su voz mientras que permanecía embobada a la nada, todavía me costaba creer que este día había llegado y como mi vida en este tiempo había dado un giro impresionante.

-Culebra, póngase en pie, se le informa de su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, si va usted a declarar responda a las preguntas del Ministerio Fiscal - habla de nuevo el juez tranquilamente.

-Señor Culebra, ¿estuvo usted el día que paso lo sucedido en aquel callejón de la ciudad? - le pregunto el fiscal.

-No, señor - contesta Culebra, miro a mi abogado al ver mi rostro de enfado me hace una seña con mi mano con que esperase y tuviera paciencia.

-¿Se niega a que fuese usted el asesino del policía que estaba fuera de servicio ese día? - vuelve a preguntarle el fiscal.

-Si señor - tire de mi ropa nerviosa al tener que escucharle como negaba todo.

-Responda a las siguientes preguntas que se te acusan – hablo el juez apuntando cosas en un folio.

-¿Uso esta arma ese día? - una foto de un arma que pudo ser el que acabase con la vida de mi padre aparece por el señor fiscal.

-No – contesta, serio intentando no hacer contacto visual con los demás.

-¡PROTESTO YO LE VI, ESA NOCHE ESTUVE YO PRESENTE YO LO VI CON MIS PROPIOS OJOS COMO DISPARO A MI PADRE! - me levanto sin poder aguantarme más diciéndolo en alto para que todos me escucharan, el me mira con odio como si le jodiera que dijera la verdad, pero que se joda él se lo merece por todo el me arrebato a mi padre.

-Señor, Ainhoa estuvo ese día con su padre, fueron a pasar el día juntos y ella estuvo presente en todo momento cuando entraron a aquel callejón - habla mi abogado al juez.

-No hay pruebas de que ese día estuviera en el callejón – salta Culebra cabreado, pase mi lengua por mis labios medio sonriendo estaba empezando a desesperarse y eso podría ser un punto a mi favor.

-Señor Culebra le pido que guarde silencio al menos que se le pida permiso – le dice el señor juez, Culebra aprieta sus puños, cabreado.

-Puede sentarse – le manda de nuevo a Culebra.

-Señor Jasón, póngase en pie, se le informa de su derecho a no declarar contra sí mismo y a no confesarse culpable, si va usted a declarar responda a las preguntas del Ministerio Fiscal habla de nuevo el juez tranquilamente.

-Señor Jasón, ¿estuvo aquel día en el callejón donde paso todo? - el fiscal se dirige esta vez hablándole, junto mis manos sudorosas, muerta de miedo y nerviosa.

-Si, ese día estuve presente – el juez sigue apuntando mientras que el fiscal asiente.

-¿Quién fue el que le pego y le disparo? - le pregunta de nuevo a Jasón.

-Fue Culebra – lo dice rápido y seguro, el juez asiente sin quitarle la mirada de encima, sin embargo, Culebra tiene que ser sujetado por los policías que están al pendiente.

-Señor Jasón nos gustaría que nos contara el motivo de porque fueron a por el policía fuera de su servicio – el fiscal saca otras fotos de un sobre marrón donde se ve el cuerpo de mi padre, rápido aparto la mirada.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora