Un Nuevo Comienzo

Capítulo 53

Me quede mirándolo sin creerme lo que había dicho Culebra.

¿Era verdad?

-Selene... - dio un paso hacía a mí, sus ojos transmitían frío, parecía como si demostrasen desesperación o miedo.

Pegué un grito cuando sentí que tiraban de mí, vi como Culebra sonreía.

-Da otro paso más y te juro que soy capaz de rajarla – amenazo Culebra, uno de sus hombres que no se dé donde cojones apareció me tenía sujeta por mi cuello.

No aparte la mirada de Jasón, ni el de mí, solo lo hizo cuando me agarraron del mentón fuerte y era Culebra.

-Ya que estamos todos aquí reunidos, ¿porque no la contamos toda la verdad a Selene? Decirla como es el verdadero Jasón que despedaza y mata a sangre fría a la gente – soltó otra carcajada, yo sin embargo miraba aterrada a Jasón.

-¡SELENE NO LE ESCUCHES NO LE HAGAS CASO! - se escuchó a Eros bajar las escaleras rápido.

-¿Sabes la razón Selene porque nadie se mete con Jasón y todo el mundo le tiene miedo? - dijo divertido. - Oh pues obvio que no lo sabes – rio de nuevo. - ¿Sabías que tu hermanastro al cual te follas es un puto asesino que mata a sangre fría sin piedad? Acuérdate lo que te dije aquel día - sentí una punzada en el pecho, sabía que Jasón había estado en la cárcel y demás que no haría daño a gente inocente.

Empecé a sentir miedo.

-¿Qué? - conseguí articular.

-Pobre Selene, ¿Verdad Jasón?, ¿Por qué no mejor le preguntas? - dejo de tocar la barbilla de Selene para mirar a Jasón sonriéndole victorioso.

-Me encanta esto – volvió a reír. - Y por eso no voy a matar a Selene hoy, dejo que os escondáis igual que las ratas, quiero jugar un poquito más, prefiero esperar a que Selene te odie con toda su alma, ¿No le odias por matar a tu padre Selene? Menudo impacto de bala en la cabeza se llevó – volvió a reír a carcajadas, sin embargo, Selene comenzó a llorar en silenció mientras que no podía apartar sus ojos de los de Jasón que la miraba con ojos negros sus facciones estaban endurecidas a tal punto que podría romperse por la fuerza que ejercía.

Culebra se fue, sin más dejándolos a los tres solos.

Hubo un silencio, durante segundos que parecían eternos.

-Preciosa... - se acercó a ella con prisa, pero Selene se echó para tras.

-¿Eso... e..es verdad? - sus ojos ardían y picaban, en su mente solo se repetía todo el rato eso no puede ser verdad, no, no puede ser verdad, por favor que no sea verdad.

-Selene, te quiero – dijo el.

Con esa simple palabra su corazón dolía un poco más, comenzó a latir aún más fuerte sintiendo pinchazos de dolor, su corazón estaba volviendo a sufrir por él.

Ella por fin había escuchado de sus labios carnosos un te quiero pero aun así en estos momentos no valía además de que sentía que él estaba mintiendo en toda su cara.

-Jasón... - soltó un sollozo fuerte tapándose la boca con la mano, siguió llorando fuerte sin creerse que fuera él así que sus manos estaban más machadas de sangre de lo que ella creía y más de mujeres.

-Eres un ase... - no pudo terminar la palabra la costaba demasiado.

-Lo soy – confeso el, la cabeza de Selene comenzó a dar vueltas y se sentía terriblemente mal, no sabía últimamente porque la vida la quería castigar de esa manera.

-¿Cómo? Me estuviste mintiendo todo este tiempo enseñándome una persona que no eres – consiguió decirle, intentando controlar las emociones, pero era difícil.