Un Nuevo Comienzo

Capítulo 49

Empecé a abrir mis ojos lentamente cuando escuché de fondo unas voces conocidas.

- Te juro que hice todo lo posible este tiempo para protegerla – era la voz de Eros.

- Hermano tranquilo fuiste el mejor niñero - unas risas, mire a la dirección donde escuche la voz de Eros.

- Eros... - dije en bajo, rápido el apareció delante mía con una gran sonrisa.

- Hola enana, cuanto me alegro que haigas despertado – levante lentamente mi mano acariciando su mejilla, cuando lo conseguí escuche un carraspeo.

Mi mirada se dirigió a una silla donde había un chico, me agarre del brazo de Eros al no creerme lo que estaba viendo.

Como pude me incorpore sintiendo pinchazos en mi espalda, pero a pesar del dolor que sentía verle me hacía coger fuerzas, acabe consiguiéndolo.

NARRA JASÓN:

Cuando me miro, su linda boca se entreabrió y su barbilla empezó de nuevo a temblar indicando que estaba a punto de llorar, mi corazón se ablando por ella cuando me susurro con la voz rota.

- ¿Jasón?

Yo sin embargo no pude responder, cuando la vi levantarse con lentitud de aquella cama y caminando hacía mi con sus pies descalzos, simplemente y por alguna razón me quedé en blanco.
¿Qué podría decirle después de lo que paso? ¿Cómo decirle que todo este tiempo yo no estuve muerto? Y, sobre todo, ¿Cómo podía decirle, que podía decirla para expresarla lo que sentía por ella después de todo? Ahora no estaba borracha ni durmiendo, se complicaba la cosa.

Pero cuando la tuve a varios centímetros de mí, no necesitaba más, tampoco ni me lo pensé, agarre con delicadeza su mano con mi brazo izquierdo pegándola a mí.

- Estoy vivo Selene estoy aquí - asegure acariciándole la mejilla con una sonrisa y sin más me levante agachando mi cabeza para besarla, cuando me separe me acerque su oído para susurrarle.

- Aunque no sé por cuanto tiempo más – la broma que la hice para que se rompiera el ambiente no la gusto nada, me miro frunciendo su ceño.

- Eres un imbécil – me gruño haciendo gestos con su cara que eran más que adorables. - Como vuelvas a decir algo así te....

Sonreí levemente antes de volverla a besarla, pero esta vez con lentitud interrumpiéndola a que siguiera hablando, callándola y disfrutando de esos carnosos labios que en más de una ocasión pensaba que no volvería a probar después de todo.

- Jasón deja de aprovecharte de una Selene que lleva una semana en una cama – hablo Eros en tono burlón desde la cama donde había estado descansado Selene, la mire que tenía un gesto de sorpresa por lo que había dicho Eros se apartó de mi tapándose la boca.

Alce mi ceja lentamente cuando la mire.

- ¿Llevo aquí una semana? - Eros asintió. - Dios mío y son sin asearme – esta vez fui yo el que puso los ojos en blanco.

- Estuviste reposando de dos cuchilladas Selene – hablo Eros, ella asintió como acordándose de aquel día, al segundo me miro a mi frunciendo su ceño de nuevo.

- Tú idiota – me señalo, puse mi mano en mi pecho como gesto de si me lo decía a mí. - Tenemos que hablar - gruñía de forma seria y cabreada y la entendía.

- Es mejor que os dejé solos tenéis que hablar – asentí en la dirección donde estaba Eros.

Cuando el cerro la puerta de aquella habitación recibí una bofetada por parte de Selene, gire mi rostro me lo merecía eso y mucho más el momento romántico del encuentro termino, y ahora venia la realidad de lo que paso este tiempo atrás, sabía que se había mantenido fuerte ya que estaba Eros sin más rompió a llorar mirándome, y no iba a mentir se me partía el alma.