Un Nuevo Comienzo

Capítulo 44

Eche la cabeza para tras disfrutando del agua caliente en mi cuerpo, tenía tiempo suficiente para disfrutar y relajarme un poco, poco me duro la tranquilidad cuando un ruido proveniente de mi habitación se hizo presente, fruncí el ceño seguro que Eros se había despertado y habría ido a ver si estaba bien.

-Estoy bañándome Eros – dije no muy alto pero lo suficiente para que me escuchase.

No obtuve ninguna respuesta de su parte, seguí con mi baño pasándome la cuchilla por mis piernas y demás sin prisa alguna, después dediqué tiempo a mi pelo para lavarlo bien.

Cuando veía que los dedos de mis manos estaban arrugados y había pasado un buen rato salí de la bañera enrollándome una toalla en mi cuerpo.

Cepille mi pelo con cuidado y busque entre los cajones un secador hasta dar con ello, paso media hora cuando salí del baño, mire atentamente la habitación estaba todo igual, buscaría a Eros para preguntarle, pero todavía era pronto y me parecía raro que se despertase.

Tire la toalla a la cama y comencé a vestirme, mire a mi alrededor de nuevo había algo que no me cuadraba no sabía el que, pero podría sentirme hasta observada.

Pasé por la habitación que era de Eros, y su cama estaba vacía así que supuse, que fue el que había entrado a la mía, en la cocina no estaba tampoco comencé a preparar un pequeño desayuno unas tostadas con mermelada y zumo de naranja, tenía que comer ya que Eros me iba a enseñar hoy cosas nuevas de defensa.

-Buenos días Selene – me lleve la mano al pecho del susto que me dio.

-Joder me asústate - él se disculpó haciéndome una seña y sonriendo.

-Prepare el desayuno – se lo deje en la mesa y él me dijo un simple gracias.

Desayunamos tranquilamente, me vino a la mente otra vez lo que había escuchado en mi habitación mientras me duchaba.

-Oye Eros

-Selene

-Oh tu primero – dije riéndome al parecer los dos queríamos hablar.

-¿Estas algo mejor? - me pregunto, Eros era como uno hermano, se comportaba en ese sentido, te protegía y apoyaba cuando lo necesitabas.

-Bueno, no puedo decir que estoy mucho mejor y hay que empezar una nueva etapa, pero bueno por lo menos no llore en una hora – me miraba atentamente escuchándome.

-Tranquila el tiempo lo dirá todo – asentí.

-Lo que te quería preguntar era que si habías estado tu esta mañana en mi habitación - su rostro cambio totalmente, y sin más negó despacio.

-No, ¿Por qué? - dijo como si no fuese importante, me fijé en sus gestos de la cara y supe que estaba intentando disimular y ocultar algo.

-¿Me estas examinando? - levante mi barbilla cuando me pregunto eso.

-¿Cómo sabes que te estoy examinando? - rápido se levantó dejando el vaso en la pila donde se almacenaba los platos sucios.

-Nada parecía eso

-Bueno ¿has estado en mi habitación esta mañana? - estaba ansiosa si fue el.

-No – contesto rápido. - ¿Por qué?

-Escuche algo, pero puede ser que fuera del patio – lo deje estar.

-¿Pero qué escuchaste? - insistió esta vez el.

-Da igual – me calle intentando mentir para que no se notase que estaba atenta por eso.

No se lo había creído ni Eros sabía que estaba ocultándola algo, así que ni el mismo se creía que no pasaba nada, ¿pero que podría ocultar? No sabía, pero tendría que descubrirlo en algún momento.