Después de haber preguntado a Eros cosas sobre Jasón, Maica me arrastro hasta la bañera para que me diera un baño relajante, según ella me veía muy nerviosa todavía y estresada, no es para menos la noticia todavía no la tengo asimilada.
-Si sigues pensando en lo que te dirá Jasón no podrás dormir y mañana te vera como un zombi – me regaña Maica.
-Vale, vale, pero no lo puedo evitar – me quejo quitándome mi ropa. - Gracias por el baño - me deja a solas y me termino de quitar la ropa interior para después meterme sintiendo rápido el agua caliente.
Apoyo la cabeza para tras en la bañera, lo que daría porque Jasón estuviera con nosotros y las cosas fueran más fáciles.
Cierro los ojos disfrutando del calor y como mi cuerpo se relaja, me auto felicito porque a pesar de todas las cosas que me pasan, aun le echo ganas a todo, de eso se trata la vida de brillar, aunque tengas el alma rota.
Me llevo mi mano a mi abdomen tocándolo, es raro que un ser este creciendo dentro de mí, Jasón es bueno y no dudaría para nada que fuera un buen padre, pero el miedo a su rechazo esta vez a los dos sigue.
Escucho algo caer al suelo rompiéndose abro los ojos rápido asomándome, aunque la puerta este cerrada.
-¿Maica? ¿Eres tú? - pregunte en un grito.
Al no obtener respuesta me levante poniéndome la toalla alrededor de mi cuerpo haciéndola un nudo para que no se me caiga.
-¿Maica? - vuelvo a llamarla cuando abro la puerta, pero no está por ningún sitio de la habitación, mi cuerpo y mi cabeza me dicen que algo no va bien, me dirigí despacio a la bolsa donde tengo mis cuchillos.
-¿Hay alguien aquí? - vuelvo a preguntar cuando tengo los cuchillos.
De repente un fuerte peso y golpe sobre mí me da contra el suelo, me quejo, la herida se me había curado, pero todavía me dolía un poco, miro en la dirección de una persona encapuchada, cojo su mano intentando que el cuchillo que tiene a mano no me lo clave.
-¡MAICAAA! - grite fuerte haciéndome daño en la garganta, pero eso ahora no me importaba, consigo quitármelo de encima con una patada, me levanto rápido levantando mis cuchillos.
-¿Quién eres? ¿QUIEN TE MANDA COJONES? - le grito.
Se lanza a mí de nuevo y terminamos en la cama, consigo ponerme encima de la persona consiguiendo tirarle el cuchillo, tira también los míos, pone sus manos en mi cuello intentando ahogarme, me retuerzo intentando que no consiga lo que quiere.
La puerta de la habitación se abre de golpe causando un ruido grande al chocar contra la pared, un Eros aparece dirigiéndose a la cama, por distraerme consigue tirarme de la cama y me retuerzo de dolor llevándome la mano al abdomen.
Trompazos por toda la habitación se escucha, Maica se agacha cogiéndome de la cara.
-Él bebe Selene, ¿estás bien? - cómo puedo me pongo de lado para levantarme.
Otra persona más alta aparece de la nada, dirigiéndose hacia las dos Maica saca una pistola y le apunta.
-Da otro paso más y te juro que disparo – se coloca delante de mí protegiéndome.
-¡QUITATE! - la voz es de un chico.
-¡NO! - grita Maica, todo pasa en menos de un segundo el chico se abalanza a nosotras y Maica dispara, las dos gritamos y el cuerpo acaba tirado en el suelo sin moverse.
-¡EROS! - Maica corre para ayudarle.
-¡SELENE CORRE, CORRE! - grita Eros, sin importarme que solo este en una toalla corro fuera de la habitación la persona que me intento ahogarme corre detrás de mí, bajo rápido las escaleras, pensaba que esto había acabado, pero me equivocaba.
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Un Nuevo Comienzo
ActionSelene tuvo una infancia dura perdió a su padre siendo muy pequeña y lo peor que la toco presenciar la muerte de su padre, su madre y ella estuvieron en una gran depresión, hasta que decidieron cambiar de vida y también de ciudad, lo que ella no sab...