Capítulo 50

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Prepare el baño me quite la ropa dejándola en el suelo también quitándome las sagas, con cuidado metí mi primer pie asegurándome que el agua estaba a una buena temperatura, ya entera dentro con el jabón tapando mi cuerpo me relaje, había estado una semana recuperándome de las cuchilladas, en ese momento cuando el hombretón me tenía de nuevo agarrada del cuello pensé que ese sería mi final de todo, pero apareció Jasón, por eso y muchas cosas mas no podía culparle.

Cerré los ojos disfrutando del silencio, ni podría descansar hasta saber si Culebra estaba suelto por ahí, quería respuestas y las quería lo antes posible.

Jasón bajo para buscar a Eros, le encontró fumando un cigarro al lado del coche, sin más se acercó.

-Selene necesita su bolsa – Eros se terminó su cigarro tirándolo al suelo para después aplastarlo.

-Toma – le tendió la bolsa deportiva cuando la saco del maletero.

-Se la voy a llevar necesita cambiarse – iba a irse cuando Eros vuelve a hablar.

-¿Habéis hablado? - dijo.

-Algo así, de todo no – en este tiempo sabía que Eros había cuidado de ella y enseñado a defenderse y se lo agradecería eternamente.

-Selene es demasiado lista, no sabes lo que me costó ocultar que estabas muerto - Jasón asintió entendiendo.

-Ya no hay que mentir no te preocupes – le palmeo el hombro, para después entrar a la casa.

Selene estaba mientras denudándose completamente, mientras que Jasón desde abajo, abría la puerta.

Cerro los ojos de nuevo disfrutando del agua caliente pasando por su cuerpo, no sabe cuánto tiempo duro, solo sabía que se sentía menos sucia y relajada.

Abrió los ojos para coger la esponja y el gel del cuerpo, cuando se levantó para limpiarse el cuerpo sintió como si la estuvieran observando, giro su cuerpo abriendo mucho los ojos del asombro al verle.

Empezó a sentirse avergonzada, sintiéndose ese calor por su cuerpo, se giró rápido dándole la espalda.

-Jasón, ¿Qué haces aquí?

-Lo siento pensaba que todavía no te habías metido

El tono de su voz era ronca.

-Pues ya has visto que si me metí – contesto después de sentir un escalofrío pasar por su cuerpo, se tapó con sus manos sus pechos, trago saliva.

-¿Puedes... por favor irte?

-No – contesto seguro.

-¡Jasón! - exclamo ella, casi en un chillido, el ladeo la cabeza observando su cuerpo y sonrió.

-¿Te he dicho ya que tienes un lindo cuerpo?

El sonrojo de Selene no había desaparecido, sentía aún más vergüenza se la hacía raro, aunque ya lo hubieran hecho.

-¿Podrías irte por favor? - volvió a repetir.

Jasón soltó la bolsa a un lado acercándose despacio hacía ella, tomándola de la cintura, Selene pego un respingo en su sitio empezando a respirar con dificultad por su cercanía.

-Y si no salgo ¿Qué? - la pego aún más a él. - ¿Que me harás Selene? - una mano donde estaba tapando uno de sus pechos, fue apartada por el para remplazarla.

-Yo voy... a – se mordió el labio al sentir las manos grandes de Jasón apretar un poco de sus pechos. - Jasón... ¡Ah! Para esto... No puede ser

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