Me había quedado con Maica hablando hasta tarde, terminamos cenando una pizza viendo la tele, el sueño llegaba a mí quedándome dormida con ella, hacía mucho que no dormíamos juntas y abrazadas.
Mañana tenía mi primer día de trabajo y tenía que estar descansada, por así decirlo empezaba mi nueva vida.
El despertador que puse suena, me remuevo, como puedo alzo mi brazo apagándole, Maica se remueve soltando un quejido de molestia, pero no se despierta se acomoda de nuevo.
Me levanto estirándome, preparo mi ropa dejándola en la silla, me meto en la ducha el agua fría me ayuda a despejarme y estar más despierta que nunca.
Cuando he terminado de vestirme me maquillo un poco, ya lista bajo a la cocina encontrándome con Eros desayunando.
¿Qué hace despierto tan pronto?
-Buenos días Selene – me saluda dejando la taza en la pila.
-Hola, ¿Qué haces despierto tan pronto? - el desvía su mirada de la mía, algo oculta.
-Tengo que hacer unas cosas e iré a ver a Jasón - alzo una ceja sirviéndome un zumo de naranja mientras preparaba las tostadas.
-Que bien como tú puedes – contesto algo, enfadada.
-Selene... - me advierte, pero me da igual no pienso callarme.
-Selene ni nada – comienzo a desayunar cuando pongo la mermelada en el pan tostado.
-No te cabrees, ¿vale? Tienes que entenderle, si lo hace es por tu bien y porque te quiere – ruedo los ojos, el, aparta mi pelo dejándome un beso en la mejilla, pero ni con eso se me quita el enfado.
-Lo que tu digas – el me mira con una sonrisa, pero no lo va a conseguir.
-Cuando te enfadas te pones más fea, suerte con tu día – dijo para después salir de la cocina.
Me tomo mi tiempo para desayunar tranquila y pensar en lo que sería mi primer día de trabajo.
Cuando termino me lavo con cuidado los dientes, bajo las escaleras con mi bolso y todo listo, al ver que no pasa ningún taxi me voy a la parada de autobuses.
Miro la hora en mi móvil, tengo tiempo todavía, pero si tarda demasiado tendré que darme prisa, cuando espero un par de minutos más y el autobús está llegando el mismo coche de lujo negro de la otra vez aparece aparcando y la ventanilla bajándose.
-Buenos días Selene – el que a partir de hoy es mi jefe me saluda con una sonrisa perfecta.
-Buenos días jefe – contesto mostrándole una sonrisa.
-Oh vamos no me llames jefe fuera de las oficinas – se baja del coche, suspiro al verle que bien le queda el traje, las mujeres que hay por la calle de paso se les caen la baba al verle y empiezan a hablar de él.
-Está bien – sonrió.
-Vamos te llevo – me extiende su brazo abriendo la puerta para que pase.
Debería de decir que no, pero vamos al mismo sitio y además si tardaba más hubiera llegado tarde en mi primer día de trabajo.
-Gracias - le digo cuando ya estamos los dos dentro de su coche, él lo quita importancia.
-¿Nerviosa? - me pregunta, niego con una sonrisa.
-Eso solo era en la entrevista – rio acordándome de la entrevista lo nerviosa que estaba.
-Estarás al lado de mi despacho, recibirás las llamadas la otra chica se tuvo que dar de baja por asuntos familiares – me dijo cuando empezó a conducir.
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Un Nuevo Comienzo
AkcjaSelene tuvo una infancia dura perdió a su padre siendo muy pequeña y lo peor que la toco presenciar la muerte de su padre, su madre y ella estuvieron en una gran depresión, hasta que decidieron cambiar de vida y también de ciudad, lo que ella no sab...