Capítulo 23

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El viaje en el coche estaba siendo bastante incomodo, la que no paraba de hablar era Maica, muchas veces tocaba el pelo de Jason desde el asiento de atrás, pero él se apartaba molesto, decidí pasar de sus tonterías mirando por la ventana.

-Selene, ¿Sabes algo de Brayan? - esa pregunta que me hace Maica hace que trague fuerte y me quede pensativa.

-Se fue con unos amigos – contesta Jason por mí, asiento con mi cabeza dándole las gracias cuando me mira.

-Okey, me quedo en tu casa nena a dormir contigo – miro a mi amiga que empieza a correrse el maquillaje está sudando, en realidad en el coche hacía calor.

-Vale – contesto normal.

Al abrir la puerta y entrar me apoyo en la pared quitándome los tacones que llevaba me estaban matando los pies tantas horas con ellos no eran buenos además de que no estoy acostumbrada a usarlo de seguidos.

-Gordi déjame un pijama – me dice Maica pegándome un azote fuerte, la miro con la boca abierta, lo peor es que Jason se giró cuando me dio.

-Súbete a dormir lo necesitas en el segundo cajón del armario hay uno – la sujete cuando se fue a topar con uno de los escalones.

-Así que era verdad... - dijo el, levantándose con dificultad del sofá para después quedarse apoyado en la pared cerca de mí.

¿Eh? - dije sin entender.

-Te gustan las tías – sonrió sus palabras eran vacilantes.

Yo fruncí el ceño, pero no dije nada, ¿Quién se creía para cuestionar mi sexualidad?

¡Cuándo hace un rato nos estábamos comiendo las bocas!

Me lamí los labios y suspiré notando como el silencio se extendió por toda la sala, frío y tenso, solo se rompió por la risa ronca de Jason.

-Tranquila hermanita, me importa una mierda lo que hagas con tu vida sexual – me señalo con la barbilla, mientras que se apoyaba en la mesa de la cocina americana, mirándome fijamente.

Bueno, centrémonos a nadie le importaba mi vida sexual si era virgen o no, pero esta conversación estaba siendo rara, no era lesbiana me gustaban los chicos, pero muchas veces Maica me daba sin sentido, le mire acusatoriamente como si le quisiera matar con una mirada, y así era el no era nadie para meterse en mis cosas.

Subí las escaleras bajo su atenta mirada, al llegar a mi habitación me encontré a Maica partirse de la risa sola. Había bebido demasiado, con todo lo que había pasado con Brayan y el beso o más bien los besos de Jason me había despertado como si hubiera sido la bella durmiente.

No sé qué era peor de hoy, que no hubiera podido hacer nada por Brayan contra esos monstruos o que me besase con algo prohibido, porque si lo era si mi madre se enteraba seguro que me dejaría de tomar como su hija.

Me quite como pude el vestido, quedándome en ropa interior, me acerque a la cama apoyando una pierna para mirar la cara de Maica que por unos segundos se había quedado parada.

-Duérmete Maica llevas una borrachera del quince – la dije cuando sonrió con los ojos cerrados.

-Me tengo que quitar el vestido, ¿me ayudas? - se levanta un poco sin ganas haciendo pucheros, suspiro me subo totalmente quedando de rodillas sobre la cama ayudándola a levantar el vestido que se la había pegado muy bien a sus caderas.

Después de conseguir quitarla ese dichoso vestido comenzó a reírse de nuevo metiéndose en la cama, solté una queja yo había bebido sí, pero creo que ella se pasó más de un pueblo.

-¿Ahora porque te ríes? - la digo tumbándome en la cama todavía en ropa interior sin arroparme con las sabanas.

-Tu hermano es un papasito, no sabes lo bien que besa – se dio media vuelta para mirarme, miro al techo intentando no bufar ni cagarla, lo sabía tan bien como ella porque ya había probado esos carnosos labios.

-Mañana me cuentas ahora a dormir – escucho un gruñido de queja por su parte, pero me hace caso cuando me da la espalda ella no se dignó tampoco ni a ponerse el pijama estaba en ropa interior como yo.

No podía dormir aun teniendo alcohol en mi sistema todavía, pensaba en lo que había pasado entre esos callejones oscuros y luego mis recuerdos se iban al beso tan caliente que me di con Jason, pasé mis manos por mi cara frustrada de no parar en pensar, en ese gilipollas porque si lo era.

Desee, rece, suplique mentalmente para que Jason, saliese de mi cabeza, que nos alejáramos lo más posible, parecía que se había empeñado en joderme de esa manera. ¿Por qué me tuve que besar justamente con mi hermanastro?

Apoyé la cabeza en la almohada mirando el oscuro techo y cerré los ojos recordando la última vez que nos besamos, habían pasado unas horas, pero su imagen seguía más que clara en mi mente.

Había sido en un callejón, con ese pelo que se le colocaba para un lado y sus ojos verdes abiertos mirándome como si la situación le doliese de ver como pegaban una tremenda paliza a Brayan y que yo lo viese.

Y con esos pensamientos viendo sus ojos mirándome termine cayendo en un sueño profundo.

Abrí los ojos de golpe al escuchar un quejido mire el reloj digital eran casi las cinco de la madrugada, mire a la dirección donde escuche aquel ruido extraño, encontrándome con mi amiga Maica me fije que su pelo estaba más peinado y se había colocado uno de mis pijamas, alce la ceja sin entender porque se dirigía a la puerta si no era hora de levantarse todavía si mi reloj digital no estaba roto la hora era la correcta.

-¿Dónde vas Maica? - la pregunté alzándome un poco dándome cuenta que me dormí fuera de las sabanas, ella al escucharme se llevó la mano a su pecho poniendo un gesto de terror, la había asustado no se lo esperaba.

-Ehh voy al baño - fruncí más el ceño noté que estaba nerviosa.

-Maica el baño, esta hay - señale al lado suyo el baño que hace poco Jason me había arreglado mi ducha aquella mañana.

-Digo... di..go a la cocina si eso a comer algo me entro hambre – la costaba decir las palabras casi tartamudeaba, la miré cuando encendí la lamparita analizándola, su maquillaje ya no estaba por su cara, sus hombros estaban contraídos intentaba mirar para todos lados menos para mí, en efecto estaba nerviosa y me estaba ocultando algo.

-Vale, pero ten cuidado de no hacer mucho ruido lo que menos quiero es que se despierte el ogro de mi hermanastro – espeto intentando demostrarla que no había notado nada en ella y estaba tranquila, sabia en el fondo que lo de ir a comer era una excusa, la había analizado si, no podía evitarlo, espere a que se fuera, cuando salió y me asegure que no me iba a pillar fuera de la cama, comencé a andar casi de puntillas dirigiéndome hacia la puerta por donde se había ido ella.

Cerré la puerta detrás de mí, con mucho cuidado no quería hacer ni un ruido que podría alertarla.

¿Qué ocultas pequeña Maica? Pronto lo descubriré.

Vi como abrió con sigilo la puerta de la habitación de mi hermanastro, abrí la boca sin creerme lo que estaba viendo, ella ni se percató que estaba cerca de ella, se subió la camiseta más de la cuenta y camino hasta la cama de Jason, él estaba durmiendo tan profundamente como si no hubiera pasado nada hoy, para él debe de ser normal las peleas entre bandas.

Olvidándonos de eso, ¿Qué hace ella entrando en su habitación a estas horas?

Se sube con cuidado en su cama o más bien encima de él empezando a besar su pecho que esta sin camiseta, pasa sus labios por sus tatuajes, trago duro, esto no me está gustando, Jason no tarda en reaccionar en lo que está pasando, la coge por un momento del cuello impresionado, pero al ver que es Maica la quita, yo sin embargo me doy la vuelta no quiero ver más.

Sentí como si me abofetearan y me pisotearan.

En la galería tenéis a Maica

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