Capítulo 75

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Selene salió disparada del despacho de su jefe, necesitaba aire sentía por momentos que se ahogaba cuando el nudo en su garganta apareció, se dirigió a los baños metiéndose en uno de ellos cerrando la puerta con seguro, bajo la tapa sentándose y sin más estallo en un fuerte sollozo, se sentía la peor de todas si hubiera dejado que la besase es como si hubiera traicionado a Jasón, nunca habían hablado de una relación seria y menos ahora que estaba en la cárcel, pero estaba claro que había algo.

Deseaba que todo fuera diferente que él no estuviera en la cárcel a pesar de todo para tener la relación que tanto deseaba ella, aunque estuviera viviendo con Eros y Maica muchas veces se sentía sola, lo más apreciado de su vida no la hablaba y el amor de su vida estaba entre rejas, puede ser que estuviera exagerando las cosas, pero ella lo sentía así, la faltaba el amor, el cariño, la bondad, los consejos de su madre,

¿Cómo se suponía que iba a afrontar todo si estaba prácticamente sola?

A veces podría ser egoísta, tanto pensar en que estaba sola, que iba a ser una madre prácticamente soltera con una carrera a las espaldas y un trabajo para poder mantenerse ella y él bebe que venía en el camino, tenía que pensar que había gente que estaba mucho peor que ella para sentirse un poco mejor.

Tenía la necesidad de coger el teléfono y llamar a la cárcel, pero tendría que comerse una discusión por parte de Jasón, tenía unas ganas inmensas de preguntarle si él había cometido ese asesinato, porque era imposible que Culebra se suicidase, le conoció poco, pero lo suficiente para saber que él no hubiera tenido las agallas de acabar con su propia vida por más que estuviera metido en la cárcel cumpliendo condena.

Estuvo pensando también en su madre, no la había llamado ni mandado ningún mensaje, seguro que seguiría dando vueltas a las cosas, aunque no la dijese nada sobre él bebe tenía que admitir que el miedo estaba en ella, en que al final no aceptara al bebe.

El apoyo de una madre cuando su hija está embarazada es lo más importante o por lo menos así pensaba Selene, le gustaría que la acompañase a las revisiones, ya que Jasón no podría por lo menos sentir el apoyo y amor de una madre.

Se paro a pensar en que tendría que comprar muchas cosas para él bebe, esperaría a saber si será niño o niña para comprarle ropa, pero aun así eran muchas cosas que por desgracia tendrá que comprar muy poco a poco.

Estuvo un rato pequeño llorando en el baño, agradeció que nadie hubiera entrado lo que menos quería que alguna compañera se diese cuenta, no quería que nadie sintiese pena por ella era lo último que pretendía.

Cuando se sintió un poquito mejor salió para después lavarse un poco intentando arreglar el maquillaje, por eso pocas veces se maquillaba odiaba cuando lloraba y luego parecía un payaso corrido.

Intento dejarlo lo mejor posible por lo menos que no se notase que había estado llorando, cuando estuvo preparada para afrontar su día en el trabajo salió mostrando una sonrisa que era mitad fingida y la otra mitad no.

La mañana la paso corriendo de un lado para el otro sin parar, agradecía en todo momento que su jefe no hubiera salido detrás de ella ni la buscase, lo que menos quería era hablar sobre lo que había estado a punto de pasar, no se consideraba la más preciosa, pero tenía que admitir que tenía su encanto a pesar de todo.

Supongo que estaba algo confundida sin saber que quería en su vida después de que Jasón entrase en la cárcel con una condena de cinco años, aunque pareciese a primera vista poco tiempo para nada lo era.

En la cárcel...

El ruido de las porras chocando contra las barras de las celdas y los gritos de los funcionarios era lo que más se llegaba a odiar cuando te levantaban todos los días así, me levante caminando despacio como si fuera un completo zombi hasta mi lavadero, porque si prácticamente se me podría considerar un zombi al a ver dormido como la mierda, no por haber matado a Culebra porque para nada estaba arrepentido si no por Selene, no salía nunca de mi cabeza y sentía preocupación por ella.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora