Capítulo 36

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Jasón se sentó, dando la espalda a Selene, mirando hacia la puerta donde daba dentro la mansión, empezó a vestirse rápido.

Podía culpar a lo que fuese que había sentido cuando abrazo a Selene, o podría culpar a todos los besos que repartió por su cuerpo, pero habían sido ellos dos, ellos dos quisieron que pasara así.

Se habían dejado llevar y aquello había sido demasiado intenso, y sobre todo demasiado íntimo.

-¿Jasón? ¿Pasa algo? - preguntó Selene. Noto cierta angustia en su voz.

-Sí - dijo sin más sin mirarla a los ojos. - Voy a tirar esto, vístete te espero abajo.

Selene no supo cómo reaccionar durante unos minutos, después se apresuró debajo de la manta como pudo a ponerse su ropa interior.

Seguía desnuda, cubierta por su propio sudor, su piel seguía erizada, y sobre todo sus labios los notaba hinchados y ardiendo por la intensidad de los besos que se dieron.

Estaba aún demasiado sensible y sobre todo se sentía vulnerable, bloqueo su mente a cualquier pensamiento para sacar alguna conclusión.

Jasón tenía prisa por el frio porque estaba empezando a anochecer y punto.

Espero unos minutos antes de vestirse del todo con su ropa, empezaba a sentir más frio al no sentir el mismo calor que cuando estaba con Jasón encima de ella.

Así que sin más se tapó con la manta como pudo para ponerse su camiseta y pantalones.

Cuando ya estaba vestida del todo se colocó como pudo se pelo peinándoselo con sus dedos, cogió las mantas con cuidado dejándolas en una gran basura que había fuera de la mansión, no tuvo que trepar como el, ya que la dejo la puerta abierta para que pudiera salir sin ningún problema.

Vio apoyado en la moto a Jasón terminando de fumarse en cigarro que tenía entre los labios mientras que su otra mano estaba metida en el bolsillo del pantalón tenía un gesto relajado, pero a la vez se le veía muy serio, la miro tirando el cigarro al suelo para después pisarlo y montarse en la moto sin decir ninguna palabra.

Arranco la moto esperando a que ella se montara también, Selene apretó sus manos no entendía el comportamiento tan repentino de Jasón, suspiro y se dirigió a la moto montando como pudo puso sus manos en las caderas de, el, pero intentando no hacer mucho contacto físico.

El camino Selene estuvo pensando no era de acostarse con los tíos así por así, pero la poca experiencia que había tenido, nunca se quedaba a dormir después de hacerlo, preferiría ir a la casa, pero luego irse, pero esto fue diferente sin duda.

Si algo podía joderla es que no le hubiera dado tiempo irse ella, pero tenía que volver a casa y claramente no tenía ningún vehículo solo la moto de él, pero también había que dejar claro que era difícil ser más rápido que Jasón, que sin más se fue abajo antes que ella le diera tiempo a cerrar sus piernas y vestirse.

Mientras seguía dándole vueltas sin poder contenerse a soltar una mano suya para morderse las uñas ella lo hacía poco pero cuando estaba rayada no podía evitarlo.

Trato e intentó justificar el comportamiento repentino de Jasón y normalizar aquello hasta que sin querer arranco una uña de más haciéndose sangre quejándose por el dolor que empezó a sentir.

Ya no podía estar tranquila, además de escocerla el dedo demasiado, tuvo que terminar de quitarse el cacho de uña como pudo, en menos de un segundo se la paso por la cabeza y paso de negar que aquello de verdad le dolía y la afectaba a estar realmente mosqueada con él.

Jasón al principio estuvo muy educado, pero la jodió cuando se levantó dándola la espalda sin esperarla, aunque fuera a que se vistiera, ni si quiera la invito a tomar algo antes directamente la llevo a aquel sitio por lo menos pedía, aunque fuera un mínimo de respeto y educación.

¿Cómo podía ser una persona tan fría como para pasar de estar tan cerca de ella, cuerpo con cuerpo, cogiéndola de las manos, mirándola profundamente a los ojos, sintiendo la respiración de ambos... a no poder ni siquiera mirarla a la cara y darla la espalda?

Lo que más la cabreaba era la actitud de él, no era para nada honesta, esto la verdad que no era nada nuevo, muchos tíos usaban sus métodos de seducción en hacer creer a las mujeres que había algo más e iba a ser único, que sentían algo, que eran especiales, hasta en los libros ficticios pasaba eso, y la jodía que la pasara a ella otra vez de nuevo, como su ex pareja cuando perdió la virginidad con él, siguieron saliendo hasta que él se cansó por no tener demasiado sexo en la relación como él dijo para irse con la que fue su mejor amiga, desde bien pequeñas.

Eso la enfadaba y mucho, ella nunca había tenido amantes que quisieran algo más, para nada era así.

Nunca había intimidado emocionalmente con alguien antes de acostarse con él.

Era muy cierto que había escuchado varias veces la mítica frase de Quédate a dormir conmigo y lo había rechazado, pero esta vez sí que lo hubiera hecho con él, aunque fuese en una azotea e hiciese frio mientras que fuera con él, sentir su calor y sus abrazos.

Nadie le había hablado como Jasón la hablo, ni les había cuidado así, y sobre todo no les había besado de esa manera.

No sabía cuándo tiempo había pasado hasta que sintió como Jasón paro la moto, sin más se bajó de ella lo más rápido posible llamando al timbre porque sabía que su abuela seguía dentro de la casa, y no estaba equivocada cuando la abrió con una gran sonrisa dándole paso para que entrase.

Tenía tal cabreo que no se daba cuanta que había empezado a gruñir mientras que iba a la nevera a por una Coca – Cola para subir corriendo escaleras arriba hacía su habitación.

Se quito rápido las zapatillas tirándolas a saber dónde, quitándose la camiseta que se había quedado el olor de él y los pantalones de malas maneras, sabía que su gran cabreo no podría durarla para siempre vivían en la misma casa y tarde o temprano tenían que volver a cruzarse y verse, pero no quería verle ahora mismo de nuevo porque estaba tan alterada y cabreada como nunca que pegaría gritos hasta dejarse sin voz, seguro que Jasón la vacilaría y quería dar vuelta a sus palabras como solía hacer desde que lo conocía y ella quedaría como tonta y sobre todo como una loca posesiva, porque no tenían nada serio además de que no podrían tenerlo por el simple hecho de que son hermanastros y no quería ver la cara de su madre de pura decepción.

Cuando se acordó de su madre se rindió tirándose al suelo apoyando su espalda en la parte de debajo de la cama llorando dándose cuenta de lo que pasaría si su madre se enterase de que se había acostado con él, su madre se volvería loca sin duda y seguro que no la podría ni comprender ni un poco.

Su subconsciente empezó a joderla aún más, juntando sus rodillas para poner su cabeza tapándose.

¿Qué pensabas que iba a salir contigo después de esto? No seas boba Selene sois hermanastro eso nunca podrá pasar, no seas ingenua.

Su subconsciente sabia como molestarla e irritarla aún más, esas palabras resonaban una y otra vez en su cabeza, ni de coña iba a pasar por eso otra vez, ya en un pasado sufrió por amor además de la muerte de su padre así que se negaba a volver a sentir esos sentimientos que tanto podrían destruir a una persona.

Ya hablaría con Jasón, pero no podía verle hasta que no pudiese controlar su gran cabreo.

Se tenía que tranquilizar y relajarse tal como ella sabía cuándo iba al psicólogo.

Levantándose, se dirigió al baño a darse un baño relajante además de quitarse el sudor y el olor que desprendía de él.

Estaba más que segura que después de ese baño estaría más tranquila, pero las imágenes en la azotea no salían de su cabeza.

Un Nuevo ComienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora