Capítulo 3

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Skyleen

La confesión de Robert me dejó totalmente petrificada. Mi madre nunca me advirtió sobre un posible hermanastro y ahora me sueltan esta bomba sin siquiera estar preparada mentalmente para recibirla. No me gustan las sorpresas y esto es un claro ejemplo del porqué. Ahora no sé como debo de actuar o que tengo que decir cuando aparezca este chico misterioso, durante los pasados meses he estado ensayando mentalmente la forma correcta y educada de presentarme ante Robert sin parecer incomoda con la mudanza, pero lo más probable es que este chico arruine mis planes.

Ni siquiera sé porque estoy tan nerviosa, quizás sea sólo un niño que vino a pasar el verano con su padre o en el mejor de los casos sea un chico de mi edad con el cual me pueda llevar bien y me haga menos insoportable este nuevo lugar. Todo puede pasar, así que lo mejor será que siga manteniendo una actitud positiva, aunque en el fondo quiera arrojarme por un precipicio.

-       Creí que habías dicho que se iría de viaje- dijo mi madre.

-       Al parecer perdió su vuelo y no hay más hasta mañana- explica Robert soltando un suspiro.

-       Está bien, de hecho es algo genial- replica mi madre. -Moría de ganas por conocer a tu hijo y creo que esto es una gran oportunidad para conocernos mejor.

-       Tienes razón querida- Robert le da un beso en la frente a mi madre y pasa su brazo derecho por su cintura. -¿Me acompañas a revisar los preparativos de esta noche?

-       Por supuesto, ¿Sky vienes?

-       En seguida los alcanzo, tengo que llamar a Oliver.

-       De acuerdo cariño.

En cuanto los vi alejarse solté discretamente todo el aire que mis pulmones llevaban contendiendo desde que llegamos. Una gran parte de mi cuerpo se sentía agotado, era como soportar un gran peso en los hombros que no podía quitarme de encima. Han sido tantas emociones altas y bajas para un solo día y si esto sigue así creo que me desmayaré en cualquier momento.

No llevaba ni tres horas en esta casa y ya extrañaba mi antigua vida junto con las personas que dejé atrás. Le había prometido a Oliver que lo llamaría en cuanto el avión aterrizara, pero con tanta documentación en el aeropuerto y los recorridos que nos dieron no tuve oportunidad de hacerlo. Pronto saqué mi teléfono del bolsillo izquierdo de mi chaqueta y marqué el número de Oliver, escuchando como después de tres timbres respondía a la llamada.

-       ¿Sky?- la voz de Oliver me hizo sentir como en casa.

-       Hola, ¿Cómo estás?- pregunto sin saber que más decir.

-       Mucho mejor ahora que llamas- puse una ligera sonrisa. -Han pasado unas pocas horas, ¿Es normal que ya te eche de menos?

-       Lo sé, yo también me siento así.

Hubo un pequeño silencio entre nosotros en cuanto terminé de decir mi frase. Me había quedado sin tema de conversación y no sabía que más decir para que esto no o fuera tan incómodo.

-       ¿Sky, estás bien?- dijo Oliver con un tono de preocupación. -Sabes que puedes confiar en mí y decirme lo que sea ¿verdad?

No se trata de un tema de confianza sino de averiguar lo que siente mi corazón. Justo ahora tengo una montaña rusa de emociones y estoy tratando de descubrir cuál es la más fuerte. Cada cosa que veía a mi alrededor era ajeno y aunque esta ya era mi casa admito que lo me siento segura. Muy en mi interior estoy teniendo una batalla conmigo misma para no tomar mis cosas y salir huyendo de aquí, mi madre no se merece eso ni tampoco se merece que le confiese mi inconformidad, ya bastante tiene con adaptarse a todo lo que se le cruza en el camino como para tener que lidiar con su hija también.

Amor Inesperado (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora