Skyleen
La casa, el ambiente y básicamente todo es tan abrumador. Cuanto más conozco sobre la familia Knight más me siento como una completa intrusa que definitivamente no pertenece a esta vida. No han pasado ni diez minutos desde que llegamos cuando ya quiero volver a casa, a mi zona segura. Ni siquiera sé que estoy haciendo aquí, hacer este viaje fue una pésima idea, sobre todo porque Killian y yo estamos solos y sin saber a que hora llegarán nuestros padres.
Cuando Robert nos dijo su decisión sobre viajar todos en familia no era esto lo que me imaginaba precisamente. Sigo conteniendo mis opiniones y emociones sobre cada una de las cosas que mi madre apoya, pero son estas situaciones las que me están haciendo llegar a mi límite.
No tenía ánimos de acomodar mis cosas en la habitación, ya habrá tiempo para hacer eso, así que simplemente dejé mi maleta a un lado de la puerta y me fui al enorme jardín. Necesitaba respirar aire aire fresco y aclarar mis ideas, pero este lugar era igual de abrumador que la casa en Miami y no estaba logrando hacerme sentir mejor, mucho menos al ver que el sol había desaparecido, dejando el cielo cubierto por nubes grises. No le di importancia y seguí caminando hasta encontrarme con unas preciosas caballerizas. Ni siquiera me di cuenta en que momento dejé de caminar en pasto, llegando a un suelo rocoso cubierto de tierra y de frente un lugar iluminado por luces cálidas.
No tarde mucho tiempo en darme cuenta de que eran caballerizas construidas como una pequeña cabaña abierta, con un techo de madera en forma de pico, un camino de adoquines y corrales con puertas de hierro negro. Incluso podía escuchar algunos relinchos a lo lejos.
- ¿Buscas algo?- preguntó una voz grave detrás de mí.
De inmediato me giro hacia Killian, quien se había puesto la chaqueta encima.
- ¿Acaso no te enseñaron que husmear no es correcto?
- Sólo quería caminar un poco y distraerme, pero tranquilo, ya me voy.
Me cruzo de brazos y trato de rodear su cuerpo, pero Killian estiró su brazo y me sostuvo de la cintura para evitar que diera otro paso más.
Sin poder evitarlo, lo miro directamente a los ojos mientras siento como el calor y la fuerza de su mano cubren la curva derecha de mi cintura.- Sígueme- pide antes de soltarme.
Mi parte racional quería salir de este lugar para evitarse la molestia de tener que soportarlo, aunque mi tonta parte irracional evitó que eso sucediera. Siempre he odiado cuando mi curiosidad toma el control de mis decisiones.
Caminé hacia el primer corral donde ya se encontraba parado Killian con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta. Al principio no entendí porque estaba tan distraído mirando hacia el frente, pero en cuanto volteé, el tiempo se detuvo. Mis ojos estaban hipnotizados por la belleza de un caballo completamente blanco con pelaje aterciopelado y cabello trenzado en forma de cascada.
- Wow- suelto inconscientemente. -Es hermoso.
- Hermosa.
- ¿Qué?- miro a Killian.
- Es una hembra y el adjetivo correcto es hermosa- me corrige.
Desvío la mirada de nuevo al caballo y siento como Killian comienza a acercarse lentamente hasta colocarse detrás de mí.
- Skyleen, te presento a Atenea- dijo muy cerca de mi oído.
Trato de ignorar el escalofrío que recorrió todo mi cuerpo por sentir su aliento entre mi nuca y mi oído. Cierro los ojos con fuerza y trago el nudo de mi garganta antes de cobrar la compostura y dar un paso al frente para alejarme de él.
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Amor Inesperado (1)
RomanceSkyleen: Hay dos palabras que Killian Knight me enseñó. Pasión y odio. Creí que ya había pasado por situaciones difíciles, pero él me mostró lo que era sufrir de verdad y aun así obtener placer de ese sentimiento. Me olvidé de lo bueno y extinguí...