Skyleen
Mi mente estaba en blanco, mi cuerpo recibía descargas eléctricas por todas partes y mi respiración estaba igual de acelerada que mi corazón. No fui capaz de responderle al beso en ese instante, de hecho aún tenía los ojos abiertos y los brazos caídos por la conmoción, pero Killian se encargó de hacerme reaccionar cuando se abrió paso a mi boca con su lengua y empezó a besarme de una manera posesiva y demandante. No pasó mucho tiempo para que tomara mi cara entre sus manos y cambiara el ritmo de nuestro beso por algo más intenso y profundo que me dejó sin la habilidad de poder respirar. Lo único que ambos éramos capaces de hacer era soltar pequeños jadeos cada vez que separábamos nuestros labios y ni siquiera por eso desistió en devorarme la boca.
Soy consciente de que esto está mal, muy mal, pero se siente tan bien. Jamás pensé que un simple beso fuera capaz de darme emociones que nunca había sentido antes. La sangre corría rápidamente por mis venas, las pulsaciones de mi corazón eran tan fuertes que parecía como si se me fuera a salir del pecho en cualquier momento, mis extremidades hormigueaban tanto que no me sorprendería si me caigo en estos momentos. Killian presionó su cuerpo más contra el mío antes levantar mis brazos y sujetar mis manos por encima de mi cabeza con su mano derecha mientras que aprovechaba mi inmovilidad para rodearme la cintura con la otra que tenía disponible. Mi cuerpo no tardó en reaccionar ante sus arrebatos y mi pierna derecha se enganchó a la cintura de Killian, permitiéndole meterse aún más entre mis piernas.
Las alarmas de alerta comenzaron a sonar dentro de mi cabeza, recordándome que sólo llevaba puesto un vestido y que este ya se había levantado lo suficiente como para dejar mi pierna al aire libre y mi zona íntima expuesta, pero cierta forma no me preocupaba tanto, ya que traía ropa interior por debajo, aunque fue cuestión de segundos para que Killian se apretara más contra mí, haciéndome sentir en mi centro lo duro que estaba.
Suelto un gemido ante la sensación tan placentera que electrificó todo mi cuerpo y eso fue lo único que necesitó Killian para trazar una línea de besos que recorría desde mi cuello hasta el inicio de mis pechos.
- Si sigues gimiendo así nada me detendrá en tomar lo que me pertenece- amenaza con la voz agitada.
- Yo no te pertenezco idiota.
- Eres una maldita mentirosa- volvió a subir por mi cuello.
- ¿De que estás hablando?- digo con voz entre cortada.
- Sabes perfectamente que al único que quieres entre tus piernas es a mí- me da un beso en el cuello. -Que soy el único que quieres dentro de ti- me da otro a un lado de la oreja. -Y que mi nombre es el único que quieres gemir mientras te corres- termina por lamer y morder el lóbulo de mi oreja.
- Eso... Eso no es... Verdad...
- ¿A no?- detiene sus caricias y me mira directamente a los ojos. -Apuesto a que justo ahora estás tan mojada para mí que podría deslizar mis dedos fácilmente, haciendo que con sólo mi tacto te vengas con mi nombre entre tus labios.
Trago forzosamente la saliva de mi garganta.
- Me perteneces, Skyleen- jadea.
- Eso jamás.
- Claro que sí- su mano fue descendiendo de mi cintura hasta llegar a mi pierna descubierta.
- ¿Qué estás haciendo?- gimoteo.
- Demostrándote cuan de mi propiedad eres.
Sin previo aviso, su mano se fue introduciendo lentamente dentro de mis muslos hasta que sus dedos alcanzaron a rozar esa parte tan intima por encima de la tela de mis panties.
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Amor Inesperado (1)
RomanceSkyleen: Hay dos palabras que Killian Knight me enseñó. Pasión y odio. Creí que ya había pasado por situaciones difíciles, pero él me mostró lo que era sufrir de verdad y aun así obtener placer de ese sentimiento. Me olvidé de lo bueno y extinguí...