Killian
Han pasado varios minutos desde que se llevaron a Sky y aun así estuve caminando de un lado otro como desquiciado sin recibir ninguna información, esperando a que alguien se dignara en decirme que diablos estaba pasando con Skyleen. Ya no podía con la incertidumbre, me sentía como un completo inútil, pero cuando estaba a punto de ir en busca de la habitación donde la tenían, vi a mi padre y Sonia entrar por la puerta.
- ¿En dónde está? ¿Qué ha pasado? ¿Te han dicho algo?-pregunta Sonia.
- No, aún no tengo noticias- respondo.
- Le preguntaré a ella si sabe algo- señala a Erica con la mirada.
En cuanto Sonia empezó a caminar hacia el gran escritorio, quise hacer lo mismo y seguirla para escuchar lo que le dirían, pero fui retenido del brazo derecho.
- Espero por tu bien que no hayas tenido nada que ver con esto- murmura mi padre.
- Suéltame ahora mismo- replico tirando de mi brazo.
- Más vale que tú no hayas sido el causante de esto Killian o te juro que...
- ¿Qué? ¿Qué me vas a jurar?- desafío. -No finjas que te importa la vida de Skyleen cuando tú y yo sabemos que lo único que te interesa es quedar bien ante tu novia para que lo te abandone.
- Es su hija- levanta la voz aún susurrando.
- Y eso no quita el hecho que te importa una mierda lo que le pase.
Todo lo que salía de mi boca era verdad y quería asegurarme de que también viera en mis ojos sinceridad, es por eso que no aparte la vista de él ni por un segundo.
- ¿Familiares de Skyleen Evans?- anunció una enfermera morena de baja estatura.
- Yo soy su madre- se acerca a ella.
Quería escuchar el diagnóstico de Sky, pero por desgracia se alejaron de nosotros y comenzaron a platicar en privado.
Me había quedado a solas con mi padre y con varias personas que estaban sentadas en la sala de espera con rostros llenos de impaciencia y angustia, queriendo recibir una buena noticia que les diera esperanza. Irónicamente, conozco ese sentimiento, esa agonía que no te deja respirar hasta saber que sucederá con la persona que amas. No tienes respuestas a nada, de lo único que estás seguro es que los próximos minutos serán cruciales para saber si volverás a sonreír o tendrás que hacerte a la idea de sobrevivir a una depresión devastadora.
Todo esto de la vida y la muerte es una mierda. Los humanos estamos condenados a vivir una vida en la tierra que nos será arrebatada de una u otra forma, donde lo único que nos espera es un destino lleno de sufrimiento y dolor. Nadie se escapa de conocer ese sentimiento, todos terminamos por saber que es eso gracias a la pérdida, al desamor, a la decepción, a la traición y muchas otras cosas más que vendrán en el futuro.
Nunca he entendido la razón por la cual nos aferramos a las personas. Después de todo, ellos se irán en algún momento y sólo nos dejarán un vacío oscuro con el doloroso recuerdo de su existencia.
Mi padre y yo nos mantuvimos callados hasta que Sonia volvió con nosotros. Se veía más tranquila y aliviada, lo cual me hizo sentir mejor de alguna manera.
- Killian, ¿Puedo hablar contigo un momento?- pidió amablemente.
No conteste, sólo asentí y nos alejamos un poco de mi padre.
- ¿Qué pasa?- digo impaciente.
- Me confesaron que Skyleen estuvo a punto de morir- hizo una pausa. -Pero fue gracias a que recibió RCP a tiempo, la razón por la cual pudo salvarse.
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Amor Inesperado (1)
RomanceSkyleen: Hay dos palabras que Killian Knight me enseñó. Pasión y odio. Creí que ya había pasado por situaciones difíciles, pero él me mostró lo que era sufrir de verdad y aun así obtener placer de ese sentimiento. Me olvidé de lo bueno y extinguí...