Amor Inesperado (1)

Capítulo 4

Killian

Esto es una mierda. Una verdadera mierda. Mi vida no puede estar más jodida, y para el colmo, mi padre decide traer a su nueva puta junto con otro parásito. Creí que teníamos un trato, yo no le causaría problemas y él no traería a nadie más a nuestras vidas, pero supongo que cualquier cosa se puede ir al carajo cuando encuentras un buen coño para coger las veinticuatro horas del día. Soy un estúpido por pensar que mi padre cumpliría con su palabra, pero piensa que construyéndose una nueva familia podrá encubrir todo lo sucedido y no es así. Yo no he olvidado nada y juro que seré yo quien se encargue de destruir esta maldita farsa.

Tan sólo pensar que al momento de salir de mi habitación tendré que encontrarme con alguna de las dos extrañas que ahora viven en mi casa hace que quiera suicidarme en este momento, sobre todo la más joven. Esa chica con su sola apariencia me saca de mis casillas y eso que aún no sé su nombre. Siendo sincero, no me interesa nada que tenga que ver con ellas y trataré de estar estar lo más alejado posible. Aunque si pienso las cosas de una manera fría y calculadora, esa niñita puede ser el detonador que necesito para destruir la relación de mi padre. Quizás pueda persuadirla a mi manera para que se larguen de aquí. Siempre obtengo lo que quiero y esto no será la excepción.

Después de la irritante bienvenida decidí encerrarme en mi habitación porque sabía que nadie me molestaría ahí. Todos, incluido mi padre, tenían prohibido la entrada a mi habitación, sólo hacía excepciones con el personal del servicio pero antes tenían que pedirme autorización. Una de las cosas que más odio es cuando las personas no respetan la privacidad y yo soy alguien que le da mucha importancia a su espacio personal. Durante muchos años he estado rodeado de personas falsas, mentirosas e hipócritas que sólo desean estar a mi alrededor con tal de obtener algún beneficio y yo, al igual que ellos, me meto en el papel de las falsas amistades. Para ser honesto, no necesito a nadie en mi vida y compadezco a los que esperan encontrar su falsa alma gemela. Esas pobres personas son dependientes de otros para poder ser felices, pero lo que no saben es que el amor no es más que dolor. Yo siempre he creído que no existe tal cosa como el amor, eso es simplemente una estúpida analogía que te muestra los aspectos placenteros del dolor. Es ilógico pensar que no se puede sufrir cuando se ama, puesto qué hay dos formas bastante conocidas por donde se puede recibir ese sentimiento. La primera es que tu amor no sea correspondido por aquel o aquella a quien le has entregado tu corazón, y la segunda es la muerte de ese ser amado. De cualquier manera sales perdiendo y con el corazón partido.

Nunca he tenido una relación, no sé lo que es tener una novia ni mucho menos lo que significa la fidelidad. No es fácil tener seriedad ante algo como eso cuando has pasado la mayor parte de tu vida con los sentimientos apagados. Llega un momento crítico donde ya nada te importa y solamente piensas en ti mismo. Al principio creía que no importarle a nadie era algo deprimente, pero con el paso del tiempo le he tomado el gusto a la soledad, a tal punto que ahora no me imagino compartiendo mi vida con nadie. Tan sólo pensar en el compromiso me entran unas ganas tremendas de cambiarme el nombre y mudarme a otro país. Aunque la posibilidad que que llegue a conocer el sentimiento más retorcido de la vida llamado amor es prácticamente inexistente.

Ahora me doy cuenta de que estar acostado boca arriba mientras miro el techo detenidamente me hace pensar cosas incoherentes. Nunca me había planteado la idea sobre enamorarme, pero después de darle tantas vueltas me doy cuenta de que jamás seré merecedor de tal sentimiento. No es algo que me importe o me haga falta para continuar con mi vida, pero es extraño que lo haya pensado aunque sea por un segundo.

De pronto, escuché unos suaves y constantes toques en mi puerta.

- ¿Puedo pasar?- dijo mi padre entreabriendo la puerta.