Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️

Namjoon: Prólogo

¿En qué momento empezaron las cosas a ir mal? ¿Fue cuando hui horrorizado al ver aquel tatuaje formarse tan pronto como toqué su mano? ¿O, por el contrario, había cometido un error del que no era consciente? Fue ingenuo de mi parte pretender que todo estaba bien, que mi vida era perfecta y que no había forma de que eso cambiara.

Tenía un trabajo estable en el que podía hacer lo que me apasionaba: la música; estaba en una relación con mi alma gemela, tenía amigos que me querían, tenía el amor de muchísimas personas, ¿no era eso lo necesario para ser feliz? Pensaba que el sol nunca había sido tan brillante desde la muerte de mi prometida.

Y a pesar de todo eso me sentía vacío; era más fácil vivir con una sonrisa en la cara y pretender que era feliz a preguntarme el motivo del hueco que tenía en el pecho. A veces lloraba por las noches sin saber el motivo, me sentía solo en esa casa tan grande únicamente para mí, no tenía ninguna voz que llenara esa soledad, y tampoco había alguien que disipara ese sentimiento por las noches.

Me di cuenta de que todas las mentiras de las que vivía rodeado comenzaban a desmoronarse. Empezando por la relación vacía que tenía con quien el destino había elegido para ser mi alma gemela. No me di cuenta de que estaba llorando hasta que todo lo que veía se tornó borroso.

Llevé mis manos a mis mejillas para limpiarlas, aunque era inútil; sentía que el aire no me llegaba a los pulmones y sólo era consciente del dolor que sentía en el pecho. La escena que acababa de ver pasaba delante de mis ojos una y otra vez, era como si un cuchillo me estuviera apuñalando varias veces sin descanso.

Sabía que había múltiples personas filmando la inesperada escena, algunas me filmaban a mí, otras a los que estaban agarrados en medio de una pelea…, pero yo estaba congelado; aunque quería salir corriendo con todas mis fuerzas y alejarme de ese lugar lo antes posible, mis músculos no respondían.

Únicamente me quedaba mirando al mismo punto en el que hace un par de minutos vi a quien creí que era mi novio con otro tipo que nunca había visto en mi vida tocar su cuerpo y besar sus labios; lo peor era que Hoseok se dejaba, como si todas las veces que le había dicho que lo amaba hubieran sido un sueño que él no recordaba.

Ni siquiera sentí lástima cuando Yoongi se le lanzó encima y lo golpeó, tampoco pensé en apartar al pelinegro, ni en pedir ayuda; sólo me quedé mirando la escena, como si yo no fuera nada más que un espectador ajeno a lo que ocurría delante de mis ojos.

El tipo que bailaba con Hoseok hace rato intentó golpear al pelinegro y hacer que se apartara de Jung, aunque era como si intentara luchar contra un lobo aferrado a su presa, desesperado por despedazarlo y arrancarle la vida a toda costa para satisfacer su hambre.

Incluso la música se detuvo, los de seguridad llegaron y dos tipos apenas pudieron apartar al pelinegro de Hoseok, que tenía la nariz y los labios sangrando, con varios raspones y una cara de sorpresa al fijarse en quién lo estaba golpeando.

Sacaron a Yoongi del lugar, y una mesera ayudó al castaño a levantarse; fue en ese momento cuando su mirada se fijó en mí, y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, aunque yo no sabía si era por el dolor físico, o porque se arrepentía de haberme engañado por quién sabe cuánto tiempo.

Cuando finalmente desperté del sueño en el que me encontraba, me limpié las lágrimas junto con la nariz, y salí del lugar en busca de Yoongi; quería irme de ese lugar lo antes posible. Sin embargo, al que me encontré fue a Hoseok, mirando desconcertado a su alrededor, en busca de alguien que, por su cara de angustia al mirarme, supe que no era yo.

Empecé a sentir una culpa que me aplastaba los pulmones, como si la mano que sostenía el cuchillo que me apuñalaba el pecho fuera la mía. El olor a cigarrillo y sudor de aquel antro me mareaba, junto con las luces parpadeantes de diferentes colores. Todo lo que hacía unos minutos disfrutaba ahora me daba ganas de vomitar.