Supe a lo que me estaba comprometiendo desde el momento que le dije que sí cuando preguntó si podía besarme. Ya sabía por todo lo que estaba pasando, que estaba en su punto más bajo y yo era la única persona que él tenía, entendía perfectamente a qué me estaba afrontando con sólo tener sentimientos hacia Yoongi.
A pesar de que él me había advertido muchas veces que lo pensara bien antes de decidir irme en algún momento, fue fácil quedarme después de saber lo que era tenerlo lejos.
Yo sabía de sus bajones de ánimo y condición mental, pero debajo de todo eso él sólo quería ser amado, quería a alguien que estuviera para él a pesar de sus miles de defectos y batallas internas. Al final del día esa persona fui yo, decidí conscientemente asumir aquel reto y amarlo justo como él lo necesitaba, entregarle todo y no huir nunca más.
No era una decisión sencilla comprometerme de aquella manera, pero lo hacía porque lo amaba, porque no quería dejarlo ir y por toda la historia que teníamos.
Nunca quise presionarlo para que comiera, o para que dejara de ir a esas comidas corporativas que lo tenían vomitando al final, ni que se consiguiera más amigos. Me quedé en silencio respecto a las cosas que yo creía que él debería hacer, recordándome que mi único trabajo era estar ahí para él, que si quería darle algún consejo era él quien tenía que decirme que quería uno.
Era difícil para mí comprender por qué elegía permanecer mal, aun cuando yo ya había pasado por eso y estaba bien, ahora que estaba lejos de la miseria, no entendía cómo era que él no sentía la necesidad de subir estando tan abajo.
Tampoco le preguntaba por qué se cubría después de meses juntos cuando entraba mientras se cambiaba, ni por qué siempre procuraba tener su cuerpo cubierto con ropa extremadamente ancha en mi presencia. Pero siempre que me permitía ver su cuerpo le decía que lo amaba sin importar cómo se viera.
A veces lo encontraba mirándose en el amplio espejo del baño con desagrado, apretando su piel y haciendo diferentes poses. Lo hacía más frecuente de lo que me gustaba, pero desde la primera vez que lo descubrí haciéndolo siempre intentaba hacerlo parar. La primera vez fue en su casa alrededor de las siete de la noche, antes de cenar.
—¿Qué haces? —dije con curiosidad mientras entraba, mirándolo en ropa interior y con algunas marcas rojas en su cuerpo. Yoongi se sobresaltó, agarró una camisa que tenía al lado y se tapó, sus mejillas enrojecieron mientras su mirada permaneció en el suelo.
—Nada... Estaba preguntándome si debería seguir subiendo de peso o quedarme así. No sé qué hacer para que me guste mi cuerpo. ¿Debería tatuarme? ¿Hacerme un bronceado? ¿Cortarme el cabello? No lo sé, ¿tú qué crees que debería hacer? —Mordió su labio inferior con angustia.
—No creo que deberías fijarte tanto en cómo se ve. No es que deberías subir de peso porque te ves mejor, sino porque mereces estar saludable. A mí sólo me importa que estés bien, siempre he creído que eres lindo y no cambiaría nada de ti, sólo me agrada lo que tú hagas por decisión propia siempre y cuando estés bien.
—¿Así que no te gusta cómo me veo en este momento?
—No se trata de que te considere lindo o no en este momento, no me gusta porque sé que no estás durmiendo, vomitas cada vez que comes y dependes de bebidas energizantes para no desmayarte.
—¿No te gusta ver esto? —siguió insistiendo, dejando caer la camisa.
—Ya te expliqué lo que pienso. —Me crucé de brazos.
—Responde la pregunta.
—No, no me gusta. Aun si no supiera por qué se ve así, no me gusta. Tienes ojeras, se te marca cada hueso del cuerpo y te ves cansado. Ni siquiera con maquillaje pudiste esconderlo de mí la primera vez. ¿Eso es lo que querías escuchar? —suspiré angustiado.
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Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️
FanficKim Namjoon sabía que su vida se estaba derrumbando con cada día que pasaba, desde que estaba con Hoseok lo notaba, aunque siempre tapaba sus ojos y simulaba no ver que su felicidad lo había dejado hace mucho tiempo. Cada golpe que recibía hacía que...