Namjoon: Recaer

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Durante seis meses hice todo lo posible por estar bien, seguí cada consejo de un psicólogo que me había conseguido. Ya me había cansado de sufrir y echarme a llorar cada vez que pensaba en mis padres, por lo que decidí olvidarme del tema y hacerle caso a mi psicólogo; también dejé ir mi relación con Yoongi, lo que implicó dejar de torturarme por cada idiotez que hice y reconocer lo que había aprendido después de rompernos a ambos.

Me prometí no volver a dejarme consumir de la tristeza, quería aprender a tener un balance en mi vida para ser feliz, incluso llegué a aumentar la esperanza que tenía al respecto.

Decidí tener hábitos saludables desde la aceptación por mí mismo, como rodearme de personas que me hicieran bien, comer cuando tenía hambre, ir al gimnasio, hacer las cosas que me alegraban el corazón y ponerle amor a cada cosa que hacía por mí.

Cuando lloraba no sentía que mi vida era un tormento, aunque, por más que me dijera que iría a estar bien, siempre tenía el miedo a una recaída, a volver a hacer sangrar mis brazos, estar tan deprimido que ni quería comer o levantarme de la cama y volver a perder el control de mi propia vida.

Hoseok fue quien me acompañó todo el tiempo, como un ángel guardián que siempre se aseguraba de que yo estuviera bien.

De todas las personas que tenía en mi vida, él seguía siendo la más especial, con quien pasaba mayor tiempo y a quien le tenía más confianza, no me sentía vulnerable y débil cuando buscaba su consuelo, cada día que pasaba a su lado me sentía lleno de energía y alegría, lo que me llevó a seguir enamorándome de él.

Creí que todo estaría bien por lo que había vivido en esos seis meses, dejó de afectarme cuando Hoseok se iba y mi vida seguía con su curso como si nada.

Cuando terminó el tiempo que habíamos acordado para yo organizar mi vida y ser novios, Hoseok se fue de viaje fuera del país por trabajo y estaría por fuera por poco menos de seis meses, nos despedimos, le dije que lo extrañaría y ni una lágrima de mi parte.

—Cuando vuelva, ¿te parece empezar con lo que habíamos hablado hace seis meses? —me dijo en medio de un abrazo en el estacionamiento del aeropuerto.

—Por supuesto. Cuídate, por favor, come bien y mantente saludable. No olvides que te amo demasiado.

—Yo también te amo, eres todo lo que quiero.

Sin siquiera asegurarse de que no hubiera nadie cerca, Hoseok me dio un beso en los labios que no esperaba, como una promesa que ahora él me hacía. Sin dudarlo le correspondí, sintiendo la corriente eléctrica volverse más fuerte, dejándome en un estado de felicidad y plenitud, y aun cuando el beso acabó, se quedó abrazándome por otros diez minutos.

Las cosas no decayeron inmediatamente, por un mes estuve bien. Sin embargo, todas las cosas que me preocupaban empezaban a volver a mí poco a poco; al principio no le quise prestar atención, seguí con mi vida como si nada, y creí que era normal llorar de vez en cuando, pero los problemas surgieron cuando siempre lloraba por lo mismo: el pasado por el que tan orgulloso me sentía de haber dejado atrás.

Decidí no hacer nada, creyendo que la tristeza que sentía eventualmente se iba a ir si seguía con mi vida, pero llegué a un punto en el que, sin importar lo que hiciera, el malestar no desaparecía, ni, aunque estuviera concentrado completamente en el trabajo, riendo en una salida con amigos o dándome un respiro en la piscina, había algo que siempre dolía. No me tardé mucho en darme cuenta de que había vuelto a caer al mismo lugar del que tanto trabajo me costó escapar.

Al final me di cuenta de que no había forma de escapar, decidí dejar de esforzarme tanto, renunciar a mi trabajo y a la vida que había construido. Volví a cortar mis brazos, pero no era suficiente, por lo que seguí con mis muslos y hasta mi propio torso la noche que decidí acabar con todo al haber llegado a mi límite.

Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora