La vida estaba yendo muy bien para mí desde que volví del servicio militar, las sesiones con el psicólogo me ayudaban a desatar cualquier enredo que se pudiera generar dentro de mí, empecé a solucionar las dificultades que ya tenía, y la felicidad se volvió más alcanzable para mí. Volví a sentirme yo después de alrededor de tres años vuelto mierda, y estuve realmente agradecido de haber sido salvado cuando intenté quitarme la vida.
El sol había vuelto a salir para mí, yo mismo me había esforzado para que así fuera, cansado de estar en el mismo hueco. Estar en soledad no era abrumador, era algo que me permitía relajarme y conectar con mí mismo, por lo que al final terminé abrazando la soledad con cariño. Era yo lo único que necesitaba para ser feliz, y no tenía sentido buscar a alguien si estaba más que bien conmigo mismo.
Era yo quien prefería mi propia soledad en lugar de estar con personas por las que no sentía ningún tipo de interés, mi grupo de amigos se redujo a únicamente dos personas, y yo estaba más que bien con eso, sin querer añadir más.
Había pocas personas que me habían visto en mis momentos más bajos, y, al final del día, eran Jimin y Jungkook quienes consideraba como mis mejores amigos, a pesar de tener otras personas con quienes salía esporádicamente.
En el trabajo, la empresa decidió buscar algún patrocinador para expandir más rápidamente mi carrera musical, algo que no me importaba mucho, y dejé que hicieran las ofertas y el contrato, yo sólo fui a una única reunión con la empresa para saber los detalles y firmar.
Cuando llegué al edificio, me resultaba demasiado familiar, y al subirme al ascensor con mi manager, me di cuenta de que cometí un error al no preguntar el nombre de la empresa desde antes, dado que tenía el hábito de no anticiparme demasiado a cosas que no tenían importancia para mí.
En el ascensor estaba Yoongi, con dos tipos enormes detrás suyo. Noté que había dejado crecer su cabello considerablemente, lo tenía peinado hacia atrás, estaba usando un traje negro de tres piezas, y también me di cuenta de lo delgado que estaba con una sola mirada, al igual que sus ojos vacíos y deprimidos. Ni siquiera se inmutó cuando me miró a los ojos, únicamente agachó la cabeza como forma de saludo, a lo que yo respondí con una leve reverencia.
Durante la subida hubo un gran silencio incómodo, dado que éramos las únicas personas en el ascensor. Al llegar al piso que nos correspondía, mi mánager y yo nos bajamos, mientras él y sus guardaespaldas siguieron.
Sentí un considerable alivio al estar lejos de su presencia, que me decía que él no era el tipo de persona que le gustaba hablar con desconocidos, algo que no había cambiado desde que nos conocimos.
La aburrida reunión se hizo, firmé el contrato, y al final entró Yoongi para preguntar cómo estaban yendo las cosas con amabilidad. En realidad, se dirigió a mi manager y al encargado del contrato la mayoría del tiempo, rara vez, durante toda la conversación, me dirigía la mirada siquiera.
Algo que consideré normal después de todo lo sucedido entre ambos, lo mínimo que me esperaba era que me fulminara con la mirada e intentara humillarme negándome el contrato en la cara, pero nada de ello sucedió, él seguía siendo una buena persona, después de todo.
Cuando todo terminó, vi a Yoongi escabullirse hacia una salida de emergencia, y le dije a mi manager que iría a la empresa en un rato, dado que quería comer algo en la cafetería de la empresa.
Aquello fue una mentira para seguir a Min, curioso por la forma en que sus guardaespaldas cuidaban la entrada hace un rato, como si no quisieran que nadie lo siguiera.
Absolutamente nada pasaba por mi cabeza mientras subía por las escaleras de emergencia, no sabía qué le iba a decir, ni qué haría, nada, tenía la mente en blanco, pero, aun así, seguí subiendo, escuchando ruidos de otras personas subiendo, tal vez sus guardaespaldas.
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Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️
FanficKim Namjoon sabía que su vida se estaba derrumbando con cada día que pasaba, desde que estaba con Hoseok lo notaba, aunque siempre tapaba sus ojos y simulaba no ver que su felicidad lo había dejado hace mucho tiempo. Cada golpe que recibía hacía que...