Yoongi: Corazón partido

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Cuando había terminado de organizar todo para mudarme al viejo apartamento no pude evitar llorar cada vez que me daba cuenta de que en realidad iba a hacerlo, iba a dejar a Namjoon después de más de diez años a su lado.

¿Por qué todo debía terminar así? ¿Por qué no podíamos quedarnos juntos y felices? La vida no era lo mismo sin él, aunque desde aquella tragedia la persona que yo amaba con toda mi alma parecía haber muerto, y en el cuerpo que veía diario sólo quedaba un ser vacío.

Yo no podía dejar de aferrarme a los hermosos recuerdos que compartí a su lado como si no fueran más que polvo, como si no hubiera descubierto lo que era ser feliz a su lado, como si él no me hubiera enseñado lo que era el amor. Aun si él se hubiera olvidado de todo eso, yo no podía borrar nada de lo que viví a su lado, independiente de si eran cosas buenas o dolorosas.

Entendía perfectamente la situación, pero no podía hacer que mi corazón dejara de doler, por más que me repitiera que no hubiera podido ser de otra forma, que no estaba en mis manos completamente la decisión de que me quedara a su lado, que sólo debía aceptarlo, más me dolía el pecho, más rencor acumulaba contra mí, porque ni siquiera podía culpar a Namjoon y odiarlo completamente.

No, yo jamás podría hacerlo, a pesar del dolor que me trajo, en aquel momento y en el pasado, nada sería capaz de borrar los buenos momentos a su lado, aún si llega el día en que deje de amarlo, no elegiría odiarlo por nada del mundo.

Los siguientes días después de haberme ido sentí la tristeza invadirme de lleno poco a poco, al darme cuenta lo que era vivir sin él, ser consciente de que no estaba en la gran mansión que se había convertido en mi hogar, que ya no debía cocinar para dos o tres personas y debía ser yo quien se hiciera cargo de todas las tareas de la casa.

Ya no iba a poder ver a Namjoon llegar de la nada a mi cuarto para abrazarme y preguntarme cómo me había ido en el trabajo, sentir el peso de su cabeza descansando en mi pecho y sus besos en aquellas ocasiones que no se iban a volver a repetir.

Aunque mi corazón ya se había roto, poder verlo cada día era lo único que me brindaba algo de consuelo, sus pequeñas acciones eran lo único que me decía que él no me odiaba, que él aún me tenía algo de aprecio.

Dolía tanto que lo único que quería hacer era encerrarme en casa, con la compañía de Holly y el licor para desahogar mi sufrimiento en llanto sin ser juzgado por personas que nunca iban a comprender cómo me sentía.

Mi único objetivo era sentir el dolor para no ahogarme en él, aunque parecía que eso era justo lo que estaba haciendo, dejándome arrastrar por los recuerdos, leyendo sus cartas, recordando los regalos, las flores, las palabras, las caricias, las miradas... Todo volvía a mí para recordarme lo feliz que fui, y dar el primer paso para dejarlo atrás, porque estaría mintiendo si me dijera que podría olvidarlo.

Tal vez el dolor de que mi corazón se rompiera de esa manera nunca iba a desaparecer, pero debía esforzarme en hacer lo posible para volver a unir las piezas hasta encontrarme de nuevo, aunque haya partes que se perderán para siempre y nada volverá a ser como antes.

Había descuidado mi salud sin siquiera darme cuenta, se me olvidaba comer, no podía conciliar el sueño, había dejado de ir al gimnasio... Todo el tiempo estaba en casa o en la oficina, sufriendo, dedicándome de lleno a ello como si me fuera a servir de algo.

En el trabajo parecía estresado la mayor parte del tiempo, aunque era fácil enmascarar el duelo con el hecho de que tenía toda una maldita empresa que dependía casi completamente de mí, porque el CEO estaba demasiado cansado como para hacerse cargo de algo más aparte del mínimo necesario para mantener su posición, que tarde o temprano me iba a ser cedida.

Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora