El acuerdo que hice con el personal del hospital que estaba preocupado por mi salud fue una estupidez, les dije que accedería a ir a sesiones con un psicólogo dos veces a la semana de dos horas cada una. Les rogué para que me dejaran ir explicándoles lo importante que era mi trabajo, lo que me guio a ese estúpido acuerdo, que muy probablemente no iba a funcionar.
Las semanas iban pasando mientras yo sufría voluntariamente cuatro horas semanales destapando todos mis problemas internos, desahogando todo el dolor que había estado tragando, porque la única persona a la que le había hablado de todo fue a Namjoon.
Pero el dolor no disminuía, no encontraba solución alguna todavía, pero mi única tarea del momento era sacarlo todo hasta el punto de vaciarme por completo.
En medio de ello, la situación con Namjoon se estabilizó una vez reemplacé lo mucho que lo necesitaba por lo mucho que lo quería, en lugar de extrañarlo en su ausencia, me sentía agradecido por las memorias que estábamos creando juntos, de las cuales, la gran mayoría eran agradables.
No fue algo que me tomó una noche únicamente, pero cada vez que lo extrañaba pensaba en alguna de las numerosas veces que habíamos salido juntos, en lugar de desearlo a mi lado me sentía agradecido de tenerlo conmigo, y de tener la certeza que él mismo me había jurado que no se volvería a ir.
Una vez que descubrí mi deseo por probar sus labios fue fácil descubrir otros sentimientos hacia él que tenía albergados en el fondo de mi corazón. No lo quería sólo como un amigo, yo quería que él me amara, quería ser yo la persona a la que él le dijera "te amo" cada día, quería entregarle todas mis piezas rotas y amarlo, quería amarlo para toda la vida.
Tal vez era algo que siempre estuvo ahí, pero quería camuflar con la ansiedad, pero ahora, con cada día que pasaba con él, más ganas tenía de besarlo, de decirle que lo amaba y que quería decirle cosas como "mi amor" a diario, estar para él con cualquier cosa que necesitara, ser el único que tenía cabida en su corazón y hasta más.
Cuando finalmente me atreví a juntar nuestros labios en un beso, estábamos en su cama a las tres de la tarde de un domingo, yo sentado en sus piernas y él abrazándome.
Sólo un beso necesité para derretirme ahí, sus manos acariciaban mi espalda con cariño, mientras las mías pasaban por su cabello. Podía gemir perfectamente con ese solo beso, comenzar a tocarme allí mismo, y estaba muy cerca de hacerlo, sólo tenía una pizca de cordura que me decía que debía contenerme, pero llevaba tanto tiempo sin besar a nadie de esa manera, con tanta ternura y amor, al igual que sentirlo de manera real y sincera.
Sus labios se movían lentamente en sincronía con los míos, sin querer introducir nada más, aunque yo sentía un bulto comenzar a crecer en mis pantalones. Era perfecto así, me enfoqué en el dulzor de sus labios, producto de un chocolate que se había acabado de comer, y lo suaves que eran los mismos. Quise prolongarlo hasta que se me acabara la respiración, pero cuando eso sucedió, me quedé jadeando.
—Ah... qué he hecho —gemí sobre sus labios, pensando en volver a besarlos.
—Un desastre, siendo sincero. Y creo que podría cometer otro error en este momento.
Apretó mi muslo levemente, y me volvió a besar, de la misma forma que antes.
—Te amo —dijo justo antes de darme otro.
—Creo que me vas a volver loco —reí cuando se alejó de nuevo.
—Volvámonos locos juntos —dijo con una sonrisa divertida—. En realidad, lo intenté, ¿sabes? Es demasiado difícil no enamorarme de ti de nuevo.
—Yo te amo igual... con cada pedacito roto dentro de mí, te amo.
Decidí alejarme para pensar bien las cosas, por lo que me fui al baño sin decir nada, sintiendo mi corazón latir con intensidad, y la erección que tenía comenzaba a doler, por lo que no me quedó de otra que masturbarme mientras lo que acababa de pasar recorría mi mente una y otra vez, dándome un gran placer.
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Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️
FanfictionKim Namjoon sabía que su vida se estaba derrumbando con cada día que pasaba, desde que estaba con Hoseok lo notaba, aunque siempre tapaba sus ojos y simulaba no ver que su felicidad lo había dejado hace mucho tiempo. Cada golpe que recibía hacía que...