La situación entera con Hoseok era extraña, porque ambos sabíamos que yo dependía completamente de él para sentirme bien, por mi cuenta no era nada más que un frasco vacío y cubierto de polvo. Él nunca se aprovechaba de ello, sólo se preocupaba por mí y me amaba con cada parte de sí cuando tenía la oportunidad, cualquier fracción de tiempo libre que tuviera en medio de su rutina la pasaba conmigo, y yo me sentía realmente feliz.
Él era la única luz que iluminaba mi oscuridad, y cuando se iba mi único enfoque era en no derrumbarme mientras él volvía, pero era imposible no sentirme roto y vacío al extrañar su compañía, aunque le escribiera frecuentemente para saber cómo estaba.
Una vez le dije que sólo lo usaba para sentirme mejor, que le decía que lo amaba sólo para que se mantuviera conmigo, pero la realidad era que lo único que quería era amarlo de la mejor manera que podía como una forma de agradecerle por todo lo que hacía por mí, aun si no iba a ser suficiente.
Yo siempre buscaba su luz, tal vez esa era la razón por la que nuestro tatuaje era un girasol. Si Hoseok no estaba conmigo yo me marchitaba, lloraba y la tristeza era lo único que me invadía, que intentaba esconder siempre que hablaba con alguien, incluso con mi alma gemela. Le decía que lo extrañaba, me preocupaba por él, por su estado de ánimo y por su salud, pero nunca le decía exactamente cómo eran las cosas en su ausencia.
Siempre me callaba sobre las noches en vela anhelando sentir el peso de su cuerpo a mi lado, sobre los fines de semana que me quedaba encerrado en casa y aislado por completo de todo el mundo, en donde levantarme de la cama era una de las tareas más difíciles que podía tener; a veces me quedaba llorando, había días en los que el apetito se me iba por completo y hasta tenía que volver a vendar mis brazos.
Lo extraño era que, sin importar si tuviera a Hoseok conmigo o no, siempre extrañaba a Yoongi. Era como un vacío permanente que no podía ser llenado, no tenía más opción que olvidarlo, pero hasta eso parecía imposible, porque siempre solía hundirme en los recuerdos que compartía con él y torturarme con el sufrimiento que le causé.
Pero no pasó mucho tiempo hasta que Hoseok lo notó en un domingo frío de otoño a la hora del almuerzo, mientras yo me quedaba mirando el plato y pensando en Yoongi mientras comía.
—¿Sucede algo?
Me sobresalté al escuchar algo diferente a mis propios pensamientos, le miré a los ojos y sonreí avergonzado.
—No... ¿Por qué preguntas?
—Tienes esa mirada triste otra vez, estás sufriendo en silencio —me miró con ternura y dejó los palillos en el plato para acariciar mi mejilla.
No era una pregunta, él sabía que había algo que me dolía en el fondo, que me estaba arrebatando mi tranquilidad. ¿Lo supo con tan sólo mirarme?
—Yo... extraño a Yoongi. Suena una estupidez, y sé que lo es, pero... no puedo dejar de pensar en él y en lo idiota que fui por haberlo alejado de mí. Ahora entiendo por qué estabas tan enojado conmigo por lo que hacía —sonreí con nostalgia ante el recuerdo.
Si tan sólo los hubiera escuchado a ambos en ese entonces y me hubiera dado cuenta de lo que estaba haciendo... O tal vez lo sabía, pero preferí lastimarme antes de dejar que Yoongi se quedara con menos de lo que realmente merecía.
Hoseok se quedó en absoluto silencio, devolvió su mirada al plato y alejó su mano de mi mejilla para seguir con su comida. En ese momento me sentí culpable de habérselo dicho, de que él entendiera que no me sentía agradecido de tenerlo a él a mi lado. Por eso, me apresuré a hablar.
—No estoy diciendo que no me siento bien contigo, ni que quiero volver con él, yo te amo, eres una persona maravillosa y agradezco que quieras estar conmigo, además —antes de que pudiera seguir hablando, el castaño me interrumpió:
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Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️
FanficKim Namjoon sabía que su vida se estaba derrumbando con cada día que pasaba, desde que estaba con Hoseok lo notaba, aunque siempre tapaba sus ojos y simulaba no ver que su felicidad lo había dejado hace mucho tiempo. Cada golpe que recibía hacía que...