Me pareció extraño el simple hecho de despertar, abrir los ojos, ver el cuarto de hospital, una sábana blanca tapándome, y cuando saqué mis manos me encontré con vendas limpias en mis muñecas. Al mirar al lado noté una mujer sentada en una silla negra leyendo un libro, era mi hermana.
Decidí sentarme en silencio, porque no había nada que quisiera decir, ni siquiera debería estar vivo en primer lugar. Ante el ruido, Soyeon levantó la mirada para fijarla en mí y cerró el libro de golpe, no era una mirada de preocupación o angustia, era indiferencia total lo que transmitía.
—Ah, gracias a dios despertaste —me dedicó una pequeña sonrisa avergonzada.
—Hola —suspiré.
—Lo siento... ni siquiera sé qué decirte. Probablemente estabas sufriendo en silencio por mucho tiempo, y yo apenas me vengo a dar cuenta cuando me llamaron del hospital.
—¿Hace cuánto estoy aquí? —pregunté con indiferencia, sintiendo los labios demasiado resecos.
—Casi una semana. Ojalá pudiera ayudarte de alguna manera... —sollozó.
—¿Qué se supone que hago vivo aún?
—Eso es algo que debes preguntarle a Hoseok, fue él quien te salvó después de todo. Vendrá cuando termine de trabajar.
—Bien. En realidad, quería terminar con todo, era mi única esperanza de que dejara de doler —susurré levantándome de la cama para estirar mi cuerpo.
—Tú necesitas ayuda. Creo que... sería buena idea que te internaras en un psiquiátrico.
—¿Crees que así querré vivir?
—Al menos inténtalo. No quiero que tener que llorar en otro funeral... Duele demasiado —esta vez, una lágrima resbaló por su mejilla y se levantó para abrazarme con fuerza—. También duele verte así. Lamento haberte alejado...
—No puedo prometerte nada en este punto, lo siento. —Decidí aceptar su abrazo, porque era una anomalía que ella lo hiciera.
—Está bien, no importa —se alejó y volvió a la silla para sacar un pañuelo de su bolso y limpiarse tanto las lágrimas como su nariz.
—Tengo sed. ¿Podrías traerme una botella de agua, por favor?
Soyeon asintió en silencio y se fue, dejando su bolso en la silla después de sacar algo de dinero. Al encontrarme en soledad me dispuse a caminar por la habitación, entrar al baño, todo para darme cuenta de que tenía demasiada hambre; pero en lugar de decir algo al respecto, me senté en la cama y vi a un enfermero entrar después de mi hermana, quien tenía el agua que le pedí.
El enfermero era de estatura baja, delgado, de cabello castaño y ojos oscuros, con el uniforme azul oscuro y tal vez de mi edad.
—Qué bien que estás despierto. Mi nombre es Baekhyun, un gusto atenderte hoy —hizo una reverencia con una sonrisa—. Voy a ver cómo están esos puntos, necesito ver que todo esté en orden, tus heridas eran demasiado profundas, ¿te parece? —su voz era amable y tímida.
Di un asentimiento con la cabeza, y dejé que quitara el vendaje, observando la gran línea vertical que iba desde mi muñeca hasta la mitad de mi antebrazo, enrojecida y cubierta con puntos.
—Si no te hubieran traído a tiempo probablemente hubieras muerto, perdiste demasiada sangre antes de llegar.
—Gracias a dios que fue salvado a tiempo —suspiró Soyeon.
—¿Tienes hambre? Puedo traerte el almuerzo si quieres.
—Está bien.
El chico asintió con una leve sonrisa mientras desinfectaba la herida, después de unos segundos puso otro vendaje y se fue por el almuerzo. Mi hermana me pasó la botella de agua y me dispuse a beber del líquido transparente, alegrándome por la refrescante sensación.
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Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️
Fiksi PenggemarKim Namjoon sabía que su vida se estaba derrumbando con cada día que pasaba, desde que estaba con Hoseok lo notaba, aunque siempre tapaba sus ojos y simulaba no ver que su felicidad lo había dejado hace mucho tiempo. Cada golpe que recibía hacía que...