Namjoon: El viaje

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Aquella primera noche con ellos, no me importaron las numerosas cicatrices que tenía en el cuerpo a la hora de dejar que me quitaran la ropa, y me olvidé por completo del dolor que había sentido para tenerlas, porque mi atención se enfocó de lleno en el éxtasis que me provocaba besar aquellos labios, tocar su piel como se me viniera en gana y escuchar sus suspiros y gemidos llenos de placer.

No supe cuánto duró el acto completo entre descanso y descanso, pero me dejó exhausto. Ni siquiera me di cuenta si se habían ido, o se habían quedado a dormir, sólo supe que tan pronto como mi espalda tocó la cama después de que terminara por última vez, cerré los ojos y me olvidé del mundo.

Podían robarme y yo no me hubiera dado cuenta, podían tomarme fotos estando yo completamente desnudo y no me daría cuenta de nada. Probablemente ellos estaban igual de cansados que yo, pero no me importó velar por ellos, estaba demasiado cansado para reparar en ambos.

Me di cuenta de que nada malo había pasado cuando desperté y los dos dormían a cada lado mío, alguno incluso tuvo energías suficientes para agarrar una cobija y cubrirnos a los tres, por lo que no podía ver completamente el desastre que había hecho en aquella cama.

Tenía un dolor de cabeza de puta madre, y mi cuerpo parecía haber sido atropellado por un camión; no quería levantarme de la cama, ni siquiera sabía si podía hacerlo. Fuera el haber bailado o el haber follado en exagerada manera lo que me tenía así, no me arrepentía de nada, hace mucho tiempo que no hacía ninguna.

Ya no tenía motivos para arrepentirme, cuando llegara a mi casa las cosas terminarían. Podía follarme a quien quisiera, golpear a quien se me viniera en gana, insultar sin importarme las consecuencias y hacer mi cuerpo mierda hasta que pudiera descansar en una tumba; el momento iba a llegar pronto, cuando tomara la decisión de comprar el pasaje de regreso a Corea, aunque ese momento parecía demasiado lejos.

Intenté volver a dormir, aunque fue inútil, sólo pude quedarme mirando el techo hasta que alguien más despertara, que fue Jungkook, después de media hora. Pude ver cómo abría los ojos ya que no estaba dándome la espalda, el chico de ojos de bambi bostezó y me dedicó una sonrisa de conejito.

—Buenos días... Ah... Me duele —suspiró pesadamente al tiempo que llevaba sus manos a su cabeza, y sonreí ligeramente.

—Buenos días —contesté quitando mi mirada del pelinegro.

El silencio se hizo en la enorme habitación, y empecé a debatirme sobre si debería ir a bañarme o seguir tirado en la cama. Mientras, Jungkook parecía estar reflexionando profundamente en medio del incómodo silencio.

—Por cierto... Lamento habernos quedado tanto tiempo, debimos habernos ido anoche —rio nerviosamente. Su adorable intento por generar una conversación me hizo sonreír.

—No es una molestia, si por eso te estás disculpando. Hace mucho que no duermo con alguien. Un poco de compañía es agradable de vez en cuando. —Asintió y se sentó en la cama jugando con la cobija.

—Entonces... ¿No tienes con quién pasar las vacaciones aquí en Tokio? Parece que estás demasiado solo. A decir verdad, me tomó un par de minutos decidir que iba a hablarte, se te veía en la cara que no querías que nadie se te acercara.

—Qué honestidad. ¿Nunca te han dicho que eres un imprudente? —El pelinegro se sonrojó, y rio bajo.

—Algunas veces... Ahora, responde mi pregunta.

—No tengo ninguna compañía. ¿Quién podría aguantarme a estas alturas? Créeme, nadie querría pasar unas vacaciones conmigo en este punto. Estoy tan jodido que solo basta darme una mirada para saber que no es conveniente estar conmigo —Jungkook empezó a jugar con mis cabellos con demasiada confianza, y le miré confundido.

Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora