Yoongi: Decisión

13 4 11
                                    

Sentí la ansiedad empezar a llenarme por dentro cuando Namjoon me quitó la ropa, era la primera vez que él lo hacía, porque normalmente era yo quien me desvestía para dormir o para algún masaje que él me quisiera dar, él nunca había mostrado ningún tipo de interés sexual por mi cuerpo.

Sus ojos parecían querer devorarme como si yo fuera su presa; sabía que él llevaba un buen tiempo sin tocar a nadie, pero aquello era demasiado para mí. Cada beso que sentía en mi piel ardía, no sabía si me sentía bien con eso, no tenía idea de cómo se suponía que me debería sentir mientras él saciaba su hambre.

No dije nada porque fui yo quien le dijo que quería hacerlo, y, aunque no me estaba obligando a nada ni metiendo nada en mi cuerpo, me sentía extraño. De mi boca salían suspiros y pequeños gemidos, pero había perdido las riendas de mi propio cuerpo, me sentía de nuevo como un juguete hecho para complacer a los otros. 

De hecho, ni siquiera esperaba que cumpliera mi petición de no meterme nada, ya fuera en la boca o en el culo, esperaba que él me acercara al infierno de nuevo.

—¿Estás bien? Tu pulso... está demasiado acelerado —en la lejanía escuché su voz, mientras sentía su mano tocar mi pecho.

—Estoy bien —suspiré.

—Te amo —susurró en mi oreja con cariño—, sabes que puedes decirme cualquier cosa que pase por tu mente... si te sientes bien o no.

Esa simple oración suya hizo que volviera a estar en mis sentidos, pude mirarlo a los ojos y darme cuenta de que no eran amenazantes ni nada por el estilo, contrario a lo que creí ver por el disfrute que tenían, el cariño no desaparecía de su mirada, reflejaba a la perfección que me amaba con todo su ser.

—Tengo miedo —le dije con confianza.

—Podemos parar si gustas. —Me miró a los ojos con preocupación.

—No... quiero intentarlo. Sólo necesito que no me dejes ir a los rincones oscuros de mi mente.

—¿Cómo... quieres que haga eso? —respondió confundido.

—Háblame, no sé... Hace tiempo que nadie se preocupa por mí.

—Está bien, lo intentaré. ¿Esto ayuda? —Me dio un beso largo, haciéndome recordar por qué quería hacerlo en primer lugar.

—Sí —suspiré sobre sus labios—, esto sirve.

Él siguió acariciando mi cuerpo, diciéndome que se sentía agradecido por tener la oportunidad de conectar conmigo de esa manera. Al concentrarme en su voz, podía tener los pies en la tierra y sentir mi propio cuerpo derretirse ante el roce de su piel contra la mía, por lo que mis suspiros se volvieron genuinos.

—Así es que me gusta. —Volvió a besarme.

Aquella noche me sentí yo, no me sentía como un objeto, aunque él estuviera tocándome de aquella manera, llevándome al orgasmo y dándose placer a sí mismo con mi ayuda. Por primera vez no sentí que el sexo fuera un infierno destinado a castigarme, era algo agradable, una forma más de amarnos el uno al otro. Era un pequeño paso para mejorar, así como comer pequeñas porciones de comida y dormir un poco cada día.

Después de esa vez seguí con mis inseguridades respecto a aquel tipo de intimidad, pero con más confianza de que estaba a salvo con Namjoon como siempre. En mis recuerdos a su lado no vi ni una sola vez que él no me hubiera complacido en la cama, era como un talento natural en él entender qué era lo que quería yo después de varios años descubriéndonos el uno al otro. 

Siempre había sido alguien atento a mis necesidades, incluso cuando no sabía qué hacer, constantemente me preguntaba si me sentía bien y se esforzaba en descubrir qué era lo que me hacía perder la cabeza incluso antes de que yo mismo lo supiera.

Don't Leave Me: KNJ x MYG ✍️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora