Con su mano cual parecía débil imitando el estado total de su cuerpo, desplazó la palanca para activar el parabrisas, logrando despejar aquellas pequeñas gotas de agua que empañaban los vidrios. La difusa luz de un amanecer comenzaba a perseguir a Lisa, que se direccionaba en sentido contrario al sol naciente, donde aún permanecía la umbría oscuridad acompañada de una neblina ligera cual era penetrada por los faroles de aquel auto.
Llevaba veinte minutos conduciendo con premura, en el fondo de sus vidriosas pupilas veía transparentarse el camino, pero por ellas parecía pasar sólo un escenario con el que temía encontrarse y del cual tampoco quería huir. Lo extenuación por el anterior susto que arremetió su corazón, sumado a su larga espera por la llamada, cual sometió a su cuerpo a un ajetreo sin descanso consumado en sueño, le estaban pasando factura.
El susto hormigueó ahora sus manos aferradas al volante, al instante en que sus ojos cayeron en la gasolinera detallada en la dirección. Desviando su auto a la misma, lo estacionó, saliendo luego de él. Sus ojos, en los cuales se detallaba la desconfianza, barrieron el lugar notando algunas personas que parecían descuidadas a su presencia y seguían en sus acciones.
Detrás de la gasolinera, sus botas marcaron sus pasos haciendo eco. Se detuvo a observar con la agonizante luz del naciente día; sólo estaba aquel viejo barril al lado de otros botes de basura, mucho detrás sólo había una espesa maleza que se perdía hasta dar con una pequeña colina. Al dejar el dinero se quedó petrificada de pie, ladeando cautelosamente su cabeza sobre cada hombro, se cercioraba de algún movimiento o algo que le diera a entender que no estaba sola.
Pero el vibrato de su teléfono le arrebató un anhelante suspiro cual quedó suspendido en el aire.
Regresa a tu casa, has las cosas tal como te las pedí si quieres realmente que cumpla. Y no trates de jugar sucio, estoy en todas partes.
Su respiración contenida se vació en un gruñido de impotencia al leer aquel mensaje. Ya su cuerpo estaba en alerta cada vez que aquella llamada aparecía, pero que ahora comentara entre líneas que la vigilaba, la hizo tensar aún más.
El tiempo corre, Lisa. Puede que me arrepienta de darte la información.
—Maldita sea —siseó empuñando su teléfono de manera afanosa.
Aquello le terminó por despegar sus pies de aquel lugar. Cuanto deseaba tener el control de la situación y someter a la persona tras su agonizante desespero. Ya en el camino, en su estómago crecía la angustia como consecuencia de sus abominables pensamientos cuales aguardaban la superstición de algo malo.
La agonizante y difusa luz del día, cual se tendía en el horizonte, fue opacada por un conjunto de nubes; en tan pocos minutos el cielo presagiaba la venidera lluvia. Y luego de conducir cual persona automática, llegó a su casa, y sentada en el auto sólo veía a lo lejos una silueta postrada delante de la puerta de la misma.
ESTÁS LEYENDO
Sʜᴀᴅᴏᴡ (Eʟ ᴅᴇsᴇɴʟᴀᴄᴇ) → Jᴇɴʟɪsᴀ
FanfictionLIBRO ₂ ¿Podría ser dos años suficientes para olvidar algo que no se conoció completamente? ¿Acaso una falacia, tan instigadora e incipiente de su separación, tenía más valor que el amor? ¿Sería tarde o intempestivo, buscar de ella nuevamente? ¿Rem...