V: Uɴ sᴏʟ sɪɴ ᴠɪsᴛᴀ.

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Sentada frente a una mesa, en una cafetería muy elegante, en Busan, se encontraba Jennie

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Sentada frente a una mesa, en una cafetería muy elegante, en Busan, se encontraba Jennie. Estaba cruzada de brazos, tamborileando inquietamente su pie izquierdo sobre el piso. Se cuestionaba qué hacía allí a la espera de Rosé. No sabía lo que quería comentarle sobre Lisa, pero de lo que estaba consciente, era que fuera lo que fuera, ella no caería de nuevo en aquel vaivén llamado Lisa Manoban.

El mesero apareció con su segunda taza de café. Luego de dejarlo momentáneamente, lo retomó una vez viajó a Londres, y requería del café para estar despabilada en sus arduas horas de trabajo.

—¿Será que Lisa, tiene que ver con esta cita? —se cuestionaba mientras daba un sorbo a su café—. No, no creo que Rosé, se preste para eso... Entonces, ¿para qué me cito? ¿qué puede decirme sobre, Lisa?

—Supongo que mucho de lo cual no estás enterada —respondió una voz detrás de ella, que la hizo ahogar con su café y toser—. Oh, Jennie, disculpa —alcanzó el agua hasta Jennie, quien la tomo desesperada.

—Descuida, Rosé —mencionó luego de tomar agua—. Me sorprendiste, eso sí.

—No fue mi intención, pero quise responder —sonrió mientras tomaba asiento. Luego su rostro se tornó en seriedad nuevamente, esa seriedad que inquietaba a Jennie.

—Y bien, ya estamos aquí. Estoy atenta a eso que quieres hacerme saber sobre Lisa.

—Lo que te mencionaré sobre Lisa, puede abarcar la totalidad de lo que ella es, del porqué de sus acciones impulsivas, desmesuradas, del porqué es tan apartada, hostil y otra veces receptiva y dependiente de cariño.

—Vaya, ¿me mostraras una biografía completa sobre Lisa? —comentó de manera sardónica, pero el rostro de Rosé le hizo arrepentir de tal comentario, ésta sólo figuró una leve sonrisa de tristeza que decaía junto a sus pupilas.

—Hay cosas de las cuales, Lisa, se ha reservado en contarme. Pero hay otras de las cuales sé, y de las cuales quisiera, no sólo deshacer de su mente sino de su vida. Pero, no podemos volver al pasado, ¿no?

Jennie percibió cierto brillo en los ojos de Rosé, acompañado de una mueca de tristeza que le hizo entender que lo que le contaría era algo delicado.

—Pero sí podemos manipular el presente, y a través de él, el futuro en cierto porcentaje.

—Siento que estoy hablando con Lisa —pensó Jennie en voz alta mientras reposaba sus codos sobre la mesa y entrelazaba sus manos.

—Tantos años de amistad, traen eso como consecuencia —Rosé acomodó su postura acercándola más a Jennie—. Jennie, cuando te marchaste hace dos años, Lisa entró en un estado deplorable, fue una situación... muy difícil de llevar. Jisoo, el tío Jung, y mi persona, estuvimos allí para ella.

—Rosé, me marché porque—

—Porque Lisa te empujó en ello. Lo sé ella lo comentó. Lo comentaba cada noche, nos rememoraba cada comentario que replicó en aquella discusión. Fue un año muy difícil, no... —Rosé desvió su mirada a un punto muerto, mientras que sus ojos cual brillo melancólico se perdía recordando aquellos días— no la podíamos dejar a solas, temíamos que intentara... Disculpa.

Sʜᴀᴅᴏᴡ (Eʟ ᴅᴇsᴇɴʟᴀᴄᴇ) → JᴇɴʟɪsᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora