Sʜᴀᴅᴏᴡ (Eʟ ᴅᴇsᴇɴʟᴀᴄᴇ) → Jᴇɴʟɪsᴀ

VIII: Lᴏ ϙᴜᴇ ᴀɢᴜᴀʀᴅᴀ ᴛᴜ ᴘʀᴇsᴇɴᴄɪᴀ.

Estar en Busan, era como remover el pasado. Pasado que había dejado muchos cabos sueltos, pasado que era su presente. Ver a Lisa significo eso, pensó era parte de su pasado, pero ahora martillaba sus pensamientos en el presente. Si miraba su futuro, su mañana, ahí estaba, porque no podía negar que quería saber más, siempre quiso saber más de Lisa, y ahora no pararía en ello.

Soltó un suspiro que fue más como un gruñido acompañado de un leve golpe sobre su pierna. Hizo una mueca arrugando sus cejas, y elevando sus labios en un puchero. Se sentía atrapada, pero en un lugar del cual no quería escapar, sino por el contrario, quería escudriñarlo, ver que escondía, porque sentía que había algo que le gustaba, algo que estaba oculto y necesitaba encontrarlo. O quizás no lo necesitaba encontrar, porque quizás quería estar buscándolo siempre porque le gustaba el misterio.

El taxi se detuvo, ya había llegado a la casa donde se estaba hospedando junto a sus padres y Sehun. Tomo sus cosas, pago al chófer y salió. Una vez abrió la puerta principal, escuchó unas voces que provenían de la sala de estar. Se encaminó en esa dirección y se detuvo en la estrada escuchando la voz de Sehun.

—Es un tema delicado, pero creo que es lo mejor. Llegará el momento en que debamos contárselo.

—¿De qué hablan? —preguntó atrayendo par de miradas a su presencia bajo el umbral de la puerta, mismas miradas que se conectaron y volvieron en su postura inicial sin ánimos de responder—. ¿Qué? —preguntó inquieta acercándose a ambos—. ¿Es sobre papá?

—No, linda. Ven toma siento —ofreció Sehun, mientras Jennie sólo le miraba expectante siendo más que suficiente para que él aclarara el suspenso—. Sólo hablaba con tu madre, sobre Londres, el estar aquí y bueno... le comentaba que posiblemente tengamos que regresar dentro de un mes.

Jennie, intercaló su mirada entre Sehun y su madre quien manipuló una leve sonrisa y asentía al comentario de Sehun.

—Pero, debemos tener en cuenta a tu padre, no nos iremos así... quizás y exista otra posibilidad que pueda... —el teléfono de Sehun cortó sus palabras y la tensión del ambiente—. Disculpen —tomó el teléfono y se dispuso de pie—. Tengo que atender, ya vuelvo.

Jennie se quedó estática acompañando con su mirada a Sehun que salía, sintió como se hundía el sofá justo a su lado, captando su atención girando su rostro observando a su madre quien le sonrió.

—¿Qué tal la estadía en Busan, nuevamente? —Jennie observó a su madre por más tiempo, ignorando su pregunta. Sabía que algo ocultaba, ya la conocía, y aquel tema sólo era un desvíe del original.

—Bien. He estado visitando a viejas amistades, quizá Nayeon venga algún día.

—Me encantaría tenerla por acá, siempre me pareció una chica muy chispeante —soltó una breve risa al recordar a Nayeon—, de esas que alegran el ambiente. ¿Y cómo está? ¿Tiene pareja? La última vez, estaba igual de soltera que tú.