XLV: Cᴏʀʀᴇʀ ᴘᴏʀ ᴇʟ ғɪʟᴏ.

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—¡Argh! ¡Necesito la droga! ¡Ya! —Aquellos gritos desesperados, la estaban sometiendo a un desasosiego donde la imprudencia estaba jactándose de su desespero

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—¡Argh! ¡Necesito la droga! ¡Ya! —Aquellos gritos desesperados, la estaban sometiendo a un desasosiego donde la imprudencia estaba jactándose de su desespero.

—¡Ya cállate! —Observó el estado de aquel, cuyo intento de erguirse fue en vano, y arrastrándose se acercó hasta ella quedando de frente, de rodillas, con su repugnante rostro bañado en una mezcla del vivo color rojo y un sudor que empañaba su frente haciéndole adherir su cabellera.

—Consígueme algo... algo de droga... Vamos, sé buena hija...

—¡No me llames hija!

Se alejó al notar que aquel llevaba intenciones de tomarla por sus caderas con el fin de acompañar la súplica tan viva en sus obscuros ojos. Y no pudo sentir pena por tan miserable ser, no pudo sentir ganas de estampar su puño en aquel rostro cuya mirada alerta recorría su entorno, donde de nuevo se estacionaba en ella y desencajaba palabras suplicantes bajo el temblor de aquellos labios.

—Por favor.... ¡Consíguemela!

El hombre rasgó su garganta en aquel grito, cual logró estremecer a Lisa; ¿podía alguien llegar a ese punto de dependencia? Su mirada quedó perdida, alejada de los movimientos de aquel, hasta que sintió que era tomada por sus hombros, logrando despabilar su vista que ahora se enfocaba en el rostro que gritaba sobre el suyo, sintiendo renacer lo que le llevó a su encuentro.

—¡Apártate! —se encargó de alejarlo, de empujarlo, de vaciar su rabia en una fuerte patada en medio de las piernas de aquel, y no desaprovechó la postura que adoptaba aquel tras el intenso dolor, y arremetió contra su rostro... —. ¡Esto es por Sohyun! ¡Por una mujer que fue abusada! —No dio oportunidad al hombre que ahora caía nuevamente, y con intentos vanos trataba de cubrirse con sus antebrazos cuales fueron apartados por Lisa, con el fin de clavar sus palabras más que los golpes—. ¡Por una mujer que no pudo hacer justicia ante el daño que le hiciste!

Mordió su frenético labio para refrenar el impulso de vaciar un llanto, de ser débil ante el sujeto que, a pesar de vaciar puños sobre su rostro cual se escondía tras la sangre, aún seguía un constante dolor que quemaba su pecho, que no era menguado... Donde su alrededor, donde todo lo que le rodeaba seguía siendo lo mismo, nada cambiaba.

Y se enfureció, al punto de querer desaparecer aquel rostro que se ladeaba y parecía perder fuerzas en sus rasgos; en sus párpados a medio cerrar, labios que se abrían ante una tos que expulsaba la sangre contenida en la boca, una respiración gravosa y unos brazos que caían pendidos a los costados flácidamente.

—Si Sohyun, si mi madre no está viva... ¡tú no tienes por qué estarlo!

Lanzó irascible, con el tinte de la rabia rasgando su garganta, donde sus venas se tensaban dibujándose en su cuello. Y ubicando una botella a su lado derecho, la alzó y estrelló contra el piso, quedando en su mano una parte filosa cual acercó a un cuello expuesto, perdiéndose en la oscuridad que ahora sus pupilas pintaban, deteniéndose ante las palabras que viajan a viva voz en su mente.

Sʜᴀᴅᴏᴡ (Eʟ ᴅᴇsᴇɴʟᴀᴄᴇ) → JᴇɴʟɪsᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora