Tras la luz rosada de un amanecer, Lisa se encontraba. Dirigiendo entorno su mirada, haciéndola vagar por las curvas de las montañas, todas medio ocultas por la neblina, era un amanecer frío. Pero encontró la calidez cuando el recorrido de sus ojos cayó a su lado admirando, en medio de un suspiro anhelante, a su abuela.
Y luego de tanto tiempo, su paladar vivió en su boca al probar nuevamente tan dichosa comida, cuales manos tan amorosas se dedicaron a prepararle. No podía tener un amanecer más pletórico para su corazón, de un lado una mujer con quien guardaba memorias de un pasado, y ahora, pronto de un futuro. Y del otro lado, donde ahora miraba, estaba una mujer de quien quería ser dueña, porque ella ya era suya, ya era de Jennie Kim.
Ambas le sonreían cuando sus miradas se encontraban, ambas le besaban sólo con el paseo de sus miradas, ambas le amaban... Y Lisa sintió, por primera vez, ganas de que sus ojos vaciaran una emoción albergada en su pecho, cual no sabía, pero se llamaba felicidad. Quería llorar de felicidad.
—Abuela... —La hora de despedirse había llegado, y Lisa temía de aquello. Sintió un temor que se instauraba en su estómago y acometía hasta su boca privándola de decir palabra alguna—. No quiero irme... sin ti.
Debía realizar una serie de gestiones que le permitieran llevar a Minsuk consigo. Y, a pesar de su insistencia al hablar con las superiores, al punto de casi perder cordura, Jennie le distrajo y calmó ofreciendo su ayuda para volver por Minsuk.
—Estaré aquí, Lisa —ambas estaban a las afueras, bajo el umbral de la puerta, tomadas de las manos.
—Te llamaré todos los días, ¿sí? —el constante parpadeo se calmó al posarse una cálida mano en su rostro, sosteniéndolo firmemente—. Estaré pronto nuevamente. Yo... yo hablaré con Jisoo, ella es una amiga. Quiero que le conozcas. También esta Rosé, y... y Somi. Ella, debes conocerla, ella debe conocerte... y... y...
Una suave risa que fue llevada por el filo del viento, cesó sus palabras, y de a poco las comisuras de sus labios tiraron dibujando una pequeña sonrisa. Y al instante se abrazó estrechamente a su abuela, sintiendo una efusión extraordinaria cual llenaba su cuerpo, misma efusión que se deslizaba sobre su mejilla envuelta en una lágrima.
—No te prometeré que volveré por ti. Porque te sorprenderé un día, abuela —suspiró sintiendo un hipeo en su pecho, al sentir las caricias de su abuela sobre su espalda.
—Cuida de ti, mientras. Y cuida de la chica, de Jennie —le susurró captando por el rabillo del ojo a Jennie, quien sonreía desde lejos admirando la escena—. Su mirada hacia ti, es de puro amor, de un amor puro.
Lisa se separó un poco, y Minsuk limpió aquella humedecida mejilla donde plantó un largo beso. La despedida parecía hacerse larga, a Lisa no le bastaba entregar su cuerpo en uno o dos abrazos a su abuela, quien le recibía con caricias y besos que aguardaría en su mente, y en su corazón con la promesa de hacerlos realidad todos los días.
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Sʜᴀᴅᴏᴡ (Eʟ ᴅᴇsᴇɴʟᴀᴄᴇ) → Jᴇɴʟɪsᴀ
FanfictionLIBRO ₂ ¿Podría ser dos años suficientes para olvidar algo que no se conoció completamente? ¿Acaso una falacia, tan instigadora e incipiente de su separación, tenía más valor que el amor? ¿Sería tarde o intempestivo, buscar de ella nuevamente? ¿Rem...