LIBRO ₂
¿Podría ser dos años suficientes para olvidar algo que no se conoció completamente?
¿Acaso una falacia, tan instigadora e incipiente de su separación, tenía más valor que el amor?
¿Sería tarde o intempestivo, buscar de ella nuevamente? ¿Rem...
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Su presencia había estado tan cerca de una relación cual ante sus ojos siempre fue de poco interés por los supuestos maliciosos de su mente, al punto de crear una pared nublada que muy poco le hacía fijarse que aquella unión tan ornada de risas, abrazos, apoyo, momentos tan gratos como dificultosos, era una completa definición de felicidad, de realización de vida por el resto de días en la tierra al lado de alguien.
Sus párpados tan aparentemente risueños, adornaban sus ojos cuyo resplandor destilaba en su color ahora más obscuro, ante el manto azul que pintaba el escenario cual permitía el encendimiento del brillo oculto de las estrellas. Estos se llenaban de dicha ante la imagen delante de ella, cuya postura tan relajaba la vaciaba sentada en la comodidad de un sofá a las alturas de una terraza, donde el suave viento hacía llevadero la entrada del verano.
—Rosé —hablaba quien ante los ojos de Lisa era la esperanza aferrada a la ilusión de su felicidad—, dos años de casada... Realmente no tengo algo que acotar al respecto; ya conocía cualquier detalle de ti, hasta en lo más mínimo. Pero lo que, si descubrí estando a tu lado, y nunca me canso de descubrir... es el amor.
Lisa sintió ganas de bromear con algún comentario para molestar a quien tomaba a su amiga en un abrazo tan sentido y parecido a su corazón, que le fue imposible no vaciar un suspiro que se jactó al final de tierna curva en sus labios.
—Jisoo... —lloriqueó la otra, quien ya dejaba huir la tierna felicidad en pequeñas gotas cuales Jisoo se encargó de quedárselas entre sus labios, haciendo más difícil las posteriores palabras de la rubia—. Tengo que admitir que me enamoró tu manera de describir cualquier detalle... pero más cuando el detalle tenía que ver conmigo, cuando el detalle era yo, cuando soy yo...
En otro momento tan intempestivo, ahora a sus pensamientos, hubiera precisado cualquier excusa pronta de su huida ante algo que le causaba un desagradable disgusto por escena tan mezquina ante la suya tan solitaria. Pero ahora era tan distinto ante sus ojos, que ahora sólo se vestían del más puro brillo de admiración de ver unidas a dos personas cuya vida siempre les ha sido de importancia y ella tan... resabiada al puro amor.
Dos años. Dos años del aniversario de la unión en casamiento, pero para Lisa aquello era una vida, pues ambas almas tan regocijadas entre ellas, estaban juntas desde hacía cinco años. Ahora celebraban en aquel espacio abierto con pocos invitados conocedores y participes de su amor. Su entorno se volvió endeble ante lo que ante sus ojos se comenzaba a figurar, ver a Jisoo y Rosé siendo tan sinceras en palabras, abrazándose y reafirmando, más que en palabras, en acciones, lo que un día juraron ante el altar, le hizo figurarse en tal posición con... Jennie.
«¿Casarnos?» Sus labios casi modulan aquella palabra que quedó martillando sus tímpanos en compañía de los latidos intrépidos de su corazón, cual siempre estaba delante empujando cualquier acción donde el objetivo final llevara por nombre Jennie. El suave sonido del viento llevo consigo las pequeñas risas de aquellas dos dispuestas en un sofá más adelante; no había noche más oscura que le causara tanta felicidad.
