Harry Potter resurrección

Dragón

Hermione volvió y sentí que mi vida se iluminó.

¿Sabes lo difícil que es estar solo con tus propios pensamientos?

Me quedé sentando en horizontal en el sofá individual mientras Ron y Hermione jugaban al ajedrez.

Harriet vino alterada para susurrar que Snape sería árbitro del partido de quidditch de Gryffindor contra Hufflepuff.

- No juegues - Dijo Hermione.

- Diles que te enfermaste - Dijo Ron.

- Finje romperte una piernas - Le propuso.

- Realmente romperte la pierna - Dijo Ron.

- Eh...no...jugaras ya que Gryffindor no tiene buscador suplente y si no estás entonces no podrán jugar, tu no dejarías solo a tu equipo - Dije mientras pasaba de página y sonreía suavemente.

Ella me sonrió aunque ni siquiera la la vi, de repente comenzaron a escucharse pasos pesados y una respiración agitada.

En ese momento, Neville de tablero y cayó en la sala. Nadie se explicaba como se las había arreglado para pasar por el orificio del retrato, porque sus piernas estaban pegadas juntas, con lo que reconocieron de inmediato como el Maleficio de las Piernas Unidas.

¿Realmente vino con saltitos? Me reí muchísimo.

No solía ceder a mis emociones pero mi risa era muy fácil.

Moví mi varita.

- Finite incantatem - Dije apuntando hacia el.

Sus piernas se separaron.

- ¿Que te paso? - Pregunto Hermione sin levantarse del sofá.

- Malfoy - Dijo en consecuencia - La encontré fuera de la biblioteca. Dijo que estaba buscando alguien para practicar eso.

- Ah sí solo era para practicar no pasa nada - Dije sonriendo.

Los ojos de Hermione me miraron y me sentí como una hormiga.

Resolución.

Al mostrás tus valores con la mirada puedes intimidar a una persona con ideas opuestas.                    
            
Me enojaría pero estaba muy sorprendido por eso.

"Así que eso usaba en mi otra vida" Dije recordando mi sentimiento de superioridad en comparación a cualquier paciente.

- Dile a McGonagall - Le aconsejo Hermione - ¡Denunciala! -

- ¡Tienes que hacerle frente, Neville! - Dijo Ron - Está acostumbrada a llevarse a todo el mundo por delante, pero ésa no es una reacción para tirarse a sus pies y hacerle las cosas más fáciles.

- No es necesario que me digas que no soy la bastante valiente para pertenecer a Gryffindor, eso ya me lo dice Malfoy - Dijo cabizbajo.

- Ahora que lo pienso... El sombrero nos pone en la casa más apropiada para nosotros, si te puso en una casa y no perteneces a ella, ¿no significa que no apto para ser mago? - Pregunté fríamente.

Hermione me miro incrédula y negue.

Harriet me miro con desaprobación y le dio una rana de chocolate al chico.

- Eres tonto niño, no dejes que lo que digan los demás te influya, tu sabes perfectamente lo que eres. Si no te gusta cambia y listo - Dije mirándole desde mi sofá.

- Además...tu vales doce como Malfoy - Dijo Harriet.

Trate de no morir de risa.

Él asintió con emoción.